Los reparos de Musk, asesor de Trump sobre la reforma del gobierno federal, hacia la política arancelaria del presidente republicano quedaron aún más evidenciados con la guerra abierta que el dueño de Tesla protagoniza con el economista estadounidense Peter Navarro, considerado el arquitecto de la estrategia arancelaria de la Casa Blanca que ha remecido la economía global.

“Navarro es realmente un imbécil”, dijo Musk el martes 8, luego de que el asesor económico afirmara sobre él que “no es un fabricante de automóviles”, sino “un ensamblador” que trabaja con piezas importadas de Asia, por lo que, en su opinión, era entendible que se opusiera a los aranceles pues no quiere que aumenten los costos para Tesla, su compañía pionera de automóviles eléctricos.

“Lo que queremos, y aquí es donde tenemos puntos de vista diferentes con Elon, es que se fabriquen neumáticos” y “motores” en Estados Unidos, dijo Navarro en una entrevista con CNBC.

Navarro is truly a moron. What he says here is demonstrably false.

— Elon Musk (@elonmusk) April 8, 2025

Enfurecido, Musk dijo que Navarro era “más tonto que un saco de ladrillos”, lo llamó “Peter Retardado” y aseguró que lo que dice el asesor económico es “demostrablemente falso”, pues “Tesla tiene la mayoría de los automóviles fabricados en Estados Unidos”. También publicó un video del economista adalid del libre comercio, Milton Friedman, en el que se explica cómo la fabricación de un lápiz depende de complejas cadenas de suministro globales.

Según el Índice de multimillonarios de Bloomberg, Musk ha perdido aproximadamente 31.000 millones de dólares desde que Trump aumentó los aranceles a países extranjeros el 2 de abril.

Aunque las palabras de Musk fueron dirigidas a Navarro, suponen una crítica inusual al gobierno de Trump por parte del magnate, quien gastó millones de dólares en su campaña. También revelan las fuertes divisiones al interior del círculo más cercano del presidente.

“Creo que la imposición de aranceles ha sido, si no un punto de inflexión, al menos un disparador del rechazo en ese sector, porque el mundo financiero de las tecnológicas ha sido bastante crítico con el tema de los aranceles. El alcance de estas políticas ha sido tan dramático y nocivo, para Musk y el resto del sector tecnológico, que ha llevado a un encontronazo muy duro. Eso ha sido motivo suficiente para que Musk se demostrara crítico de la medida”, dice a El Comercio la politóloga María Puerta Riera, profesora de Gobierno Americano en el Valencia College de Orlando.

Figura divisiva

Desde su llegada al gobierno al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), una figura inédita para un empresario tecnológico, la presencia de Musk ha causado recelo entre los demócratas, los ciudadanos e incluso los republicanos.

El sábado 5, mientras Musk abogaba por una zona de libre comercio en Estados Unidos y la Unión Europea, millones de personas protestaban en todo el país contra las políticas de Trump y los masivos recortes en el gobierno federal impulsados por el dueño de Tesla, muchos de los cuales se tradujeron en batalles legales en todo el territorio. De hecho, si algunas de las iniciativas de Musk no han avanzado ha sido por el fuerte rechazo judicial en su contra.

Los manifestantes marchan durante la protesta nacional "¡Manos Fuera!" protesta contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su asesor, el CEO de Tesla, Elon Musk, en Nueva York el 5 de abril de 2025. (Foto de CHARLY TRIBALLEAU / AFP) / CHARLY TRIBALLEAU

Nevena Tarjkov, presidenta del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Jacksonville (Florida), apunta que, como era de esperarse, las críticas más virulentas contra Musk proceden de los demócratas del Congreso, muchos de los cuales sostienen que su nombramiento para dirigir DOGE es fundamentalmente inconstitucional.

“Lo que les preocupa es que Musk -un ciudadano privado no electo- haya recibido una amplia autoridad para tomar decisiones que afectan significativamente a las vidas de los estadounidenses y de personas de todo el mundo que dependen de las inversiones de Estados Unidos. El desmantelamiento y la desfinanciación de agencias como USAID han desatado la alarma entre los legisladores, que afirman que Musk está eludiendo tanto la supervisión legislativa como los procedimientos burocráticos habituales”, dice la experta.

Al interior del gobierno y del Partido Republicano también hay reparos hacia el magnate. El diario “The New York Times” afirma que Musk ha irritado a los miembros del gabinete y ha distanciado a varios asesores cercanos al presidente Trump, mientras que en el Congreso los legisladores republicanos enfrentan preguntas incómodas en sus electores sobre el alcance de la influencia del multimillonario.

Musk tuvo su primera gran derrota política hace unas semanas, cuando los republicanos perdieron la carrera por el control de la Corte Suprema de Wisconsin, lo que fue visto como una prueba de los riesgos de que el multimillonario se involucre mucho en esa arena.

Un cargo con fecha de expiración

Alejar a Musk del gobierno puede no ser una decisión que Trump deba tomar. El dueño de Tesla fue contratado como empleado especial del gobierno, lo que significa que solo puede trabajar 130 días en un periodo de 365 días.

La Casa Blanca no ha revelado un calendario claro para cerrar el DOGE, pero tanto Musk como Trump han sugerido recientemente que los días de esa agencia estarían por cumplirse. El presidente dijo en las últimas semanas que espera que Musk deje el gobierno “en algún momento” para regresar a sus empresas.

Fuentes cercanas al entorno de Trump citadas por “The New York Times” señalan que el republicano no tiene intención de cortar lazos con Musk, incluso después de que deje el gobierno.

“Trump sigue viendo muchas más ventajas que desventajas en Musk. El multimillonario se ha convertido en un escudo protector para un presidente que evita la culpa a toda costa”, señala el medio.

Puerta considera que aunque los roces no son extraños en el entorno de Trump, Musk ha sido un factor de división considerable. Sin embargo, recuerda que el propio presidente ha dicho que si bien Musk tiene que separarse porque esa es la norma, no va a desaparecer, sino que él va a continuar como asesor.

“Yo creo que si no hay una mayor discrepancia entre ellos, esa es una alianza que va a seguir fortaleciéndose porque hay un factor a considerar y es que, por un lado, va a necesitar apoyo financiero para las elecciones de medio término del próximo año y, por otro lado, Musk se está involucrando muchísimo en la política electoral”, apunta la experta.

En la misma línea, Trajkov afirma que a pesar de las críticas partidistas y de cierta resistencia dentro del gabinete, está claro que el presidente Trump no ve actualmente a Musk -o a su papel- como algo problemático. “Y para Trump, eso es lo que importa en última instancia. Musk seguirá en el poder mientras el presidente considere valioso lo que aporta a la administración, o hasta que ambos decidan que es hora de que se haga a un lado”, considera.

Puerta añade que aún cuando se pudiera pensar que el revés de Wisconsin pudiera ser suficiente como para que Musk desista de la misión que se ha impuesto a sí mismo en la arena política, lo más probable es que él tome ese fracaso como una especie de reto para seguir involucrado tanto en las primarias como en la elección de medio término.

“Musk va a tener un perfil mucho más prominente en el Partido Republicano porque él se está involucrando a nivel de primarias diciendo que va a financiar a algunos candidatos que van a desafiar a actuales congresistas. Él va a tener un rol muy activo en las elecciones de medio término independientemente de la salud de su relación con el presidente”, señala Puerta.

¿Trump ya ha conseguido lo que necesitaba de Elon Musk? Trajkov cree que todavía no. “Y, como ocurre con muchas cosas relacionadas con DOGE, no hay un punto final claro ni una métrica establecida para determinar cuándo se considerará que su misión ha concluido. La continuación del papel de Musk depende totalmente de la discreción del presidente Trump”, concluye la experta.

Choques por los aranceles y reparos internos: ¿se acerca el final de la luna de miel entre Elon Musk y Donald Trump? | MUNDO | EL COMERCIO PERÚ


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