Real Madrid y FC Barcelona se miran de reojo, pero ninguno aparta la mirada. Ambos se verán las caras en la final de la Copa del Rey 2024/25, este sábado 26 de abril en La Cartuja, Sevilla. Ambos, también, son los dos competidores que quedan vivos en la carrera por LaLiga tras el enésimo tropezón del Atlético de Madrid. Cuatro puntos de ventaja mantienen los blaugranas, que recibirán al Mallorca antes de la final, mientras que los de Ancelotti viajarán, pero poquito, visitando el Coliseum del Getafe. Los dos banquillos están al rojo vivo, pero por diferentes motivos.

En la planta noble del Santiago Bernabéu se trabaja para la transición. Carlo Ancelotti ha comenzado su particular tour de la despedida, agradeciendo y luciendo sus éxitos como entrenador blanco en cada rueda de prensa. Todo indica que el italiano tendrá una última experiencia en los banquillos como seleccionador de Brasil antes de la retirada, aunque Carletto, en público, no para de ratificar que, hasta que el Real Madrid prescinda de sus servicios, no va a escuchar otras ofertas.

El Leverkusen dará vía libre a Xabi

Todas las conversaciones del Real Madrid giran en torno al siguiente paso de su proyecto deportivo. El ciclo Ancelotti se da por agotado, aunque la opción de lograr la machada de conquistar los dos campeonatos nacionales evita certezas absolutas. La hoja de ruta de Florentino Pérez en caso de sustituir al italiano lleva meses en bocetos. Xabi Alonso es el favorito. El tolosarra renovó la pasada temporada y tiene contrato hasta el 2026, pero el propio CEO del Bayer Leverkusen, el español Fernando Carro, confirmó que existe una vía de escape: “Tenemos un acuerdo de caballeros por el que, si viene alguno de los equipos en los que él ha jugado [Real Sociedad, Liverpool, Real Madrid y Bayern de Múnich] nos sentaríamos a hablar y no le pondríamos impedimento".

Carletto, ante el Bernabéu. (EFE/Mariscal)

El director general del Leverkusen, incluso, se permitió bromear con la idea de que sea la Real Sociedad el equipo que llame a Xabi Alonso. "No somos ingenuos, pero la posición del entrenador es muy importante para un club y es cierto que nosotros estamos preparando la próxima temporada con él, lo hemos seguido trabajando todos los días, él está totalmente involucrado en esa preparación", contó, antes de poner un plazo al culebrón: "La decisión tiene que ser en las próximas tres o cuatro semanas, no mucho más. Ahora no hay nada, pero en ese tiempo, lo sabremos".

El incendio que detesta Flick

En la Ciudad Condal, la otra cara de la moneda. El FC Barcelona se ha convertido en el gran favorito a todo. El mérito de Hansi Flick es haber transformado al vestuario hundido del pasado, en una máquina de competir. Ídolo absoluto del barcelonismo, el alemán se ha ganado a la hinchada apostando por el merecimiento en el once. Sí respeta jerarquías, pero los entrenamientos dictaminan los onces por encima de los nombres propios.

Flick, en rueda de prensa. (EFE/Enric Fontcuberta)

Sin embargo, el estado de optimismo del equipo no es unánime. El partido ante el Celta de Vigo, donde los culés protagonizaron una épica remontada para terminar ganando 4-3, fue testigo de numerosos enfados y escenas de frustración por parte de futbolistas blaugranas. Ferran Torres se tomó a malas ser cambiado con el 1-2 en el marcador, escenificando su enojo; el prometedor Héctor Fort rechazó el abrazo de Flick una vez finalizó el partido; y Ansu Fati se lio a patadas en el banquillo después de llevar varios minutos calentando para luego no entrar como sustituto.

Consciente de que el Barça está en el mejor camino posible, pero que un incendio a destiempo puede acabar con todo, Flick dio un golpe sobre la mesa. Un toque de atención severo a los futbolistas descontentos, y, además, lo hizo en público. "Puedo entender que no están contentos, que se enfaden por no jugar, pero la situación es esta. Todo el mundo quiere mostrar que son parte del equipo, yo también he sido jugador, y quieren sumar para lograr los objetivos. Eso lo entiendo totalmente, pero no entiendo la reacción", sentenció el alemán.

No es el único frente abierto para Flick. El técnico culé evitó mojarse sobre el estado de Lewandowski, que cayó lesionado ante el Celta y tiene muy difícil estar en la final de la Copa. Mañana, el Mallorca será el primer rival de los blaugranas en una semana de locura, con el Real Madrid y el Inter de Milán a la vuelta de la esquina.

Real Madrid y FC Barcelona se miran de reojo, pero ninguno aparta la mirada. Ambos se verán las caras en la final de la Copa del Rey 2024/25, este sábado 26 de abril en La Cartuja, Sevilla. Ambos, también, son los dos competidores que quedan vivos en la carrera por LaLiga tras el enésimo tropezón del Atlético de Madrid. Cuatro puntos de ventaja mantienen los blaugranas, que recibirán al Mallorca antes de la final, mientras que los de Ancelotti viajarán, pero poquito, visitando el Coliseum del Getafe. Los dos banquillos están al rojo vivo, pero por diferentes motivos.

El "pacto de caballeros" para sustituir a Ancelotti y la decepción de Flick por los numeritos


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