«Habrá consecuencias inmensas, nefastas, y la economía mundial va a sufrir». Lo ha dicho esta semana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von ... der Leyen. Una advertencia que pesa y que, más allá de la rebaja que se pueda lograr sobre la propuesta arancelaria de Donald Trump en su 'yo contra el mundo', cuaja la idea de un nuevo escenario para el comercio internacional. No es una buena noticia para Euskadi, que tiene una economía en la que las exportaciones -ascendieron a 30.967 millones el pasado año- representan el 35% de todo su PIB. Todos los analistas dan por hecho que el impacto transcenderá más allá de los 2.000 millones que los fabricantes vascos venden a Estados Unidos. Según explica el catedrático en macroeconomía y director del departamento de Estudios Económicos de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga, «vamos a sufrir mucho y lo notaremos en el ritmo de crecimiento».

Las empresas llegan cansadas tras cinco crisis: el covid, el atasco de la cadena de suministros, la inflación, la energía y la subida de tipos de interés. La industria europea, que acumula dos años de recesión en su locomotora alemana, tampoco ayuda. Euskadi lleva dos años refugiada en el tirón del empleo, el consumo y apoyada en la liquidez de las empresas y del sistema financiero.

Justo ahora llegaba el punto de inflexión. El propio Gobierno vasco esta semana lo cuantificó con una revisión del crecimiento al alza para 2025, hasta el 2,1%. Pero estalló el ruido arancelario que desde noviembre llegaba desde Washington. La escena ha helado el ánimo inversor de las empresas. El socio fiscal de PKF Attest Jesús González-Ruiz-Jarabo desvela que «las decisiones de inversión se paralizan, como también se están viendo afectadas muchas operaciones de compraventa de empresas». Pablo Martín, responsable de estudios económicos de la patronal vasca, Confebask, recuerda que «la inversión necesita certidumbre y el escenario ahora no la da». Y sentencia el profesor de Deusto y asesor de la consultora Zabala, Guillermo Dorronsoro: «Este año quedará marcado».

Describe un impacto de tres olas. La primera es la que llegará a las empresas exportadoras a EE UU. Algunas han tratado de adelantar al máximo el envío de sus ventas para evitar el primer impacto. Es el caso de las bodegas de Rioja Alavesa. «La segunda ola -continúa Dorronsoro- impactará en los proveedores vascos de empresas europeas que venden a Estados Unidos». La automoción y su facturación de componentes a Alemania sería el caso paradigmático. Y la tercera andanada la constituiría «una escalada en la imposición de aranceles que generaría una vuelta al nacionalismo, una nueva transición de consecuencias impredecibles».

Las dudas, precisamente, para interpretar cómo aplicar los aranceles, están bloqueando a empresas y asesores jurídicos. «Los expertos en comercio internacional del despacho -señala González-Ruiz Jarabo- no dan abasto estos días con las consultas de clientes». Para muestra, este botón. La propia asociación del acero de Europa, el jueves por la mañana, no sabía determinar si la nueva tasa del 20% a la UE se añadía o no la del 25% ya en vigor sobre el acero.

Así las cosas, el mundo empresarial coincide en una reclamación: «agilidad» en la respuesta de los gobiernos. Así lo señala Pablo Martín, de Confebask, al pedir «una actuación acelerada y firme» para las ayudas a los afectados en Euskadi. Precisamente, el lehendakari, Imanol Pradales, ha convocado el miércoles una reunión de urgencia con las empresas más afectadas. Además, el Consejo de Gobierno del martes será monotemático sobre esta cuestión. Por sectores, el impacto se centra principalmente en la siderurgia, la automoción y el vino.

Las frases de los expertos

Tamara Yagüe «El escenario nos perjudica a todos. Necesitamos una respuesta urgente y coordinada»
José Ignacio Zudaire «Es una mala noticia porque todos perdemos. Hay que avanzar hacia una Europa más unida»
Anton Arriola «Es posible que los planes de inversión se pongan en espera los próximos meses hasta que se concreten medidas»

Xabier Egibar «Analizamos la escena con preocupación. Para las previsiones bancarias aún deben despejarse incógnitas»
Inés Anitua «Los aranceles empañan aún más un 2025 que ya preveíamos difícil»
Asier San Millán «Es un escenario muy complicado que redirigirá el excedende de producción asiática a Europa»

Invasión comercial china

La siderurgia, como recuerda Madariaga, está acostumbrada a este escenario desde el primer mandato de Donald Trump. Entonces, explica, «la exportación vasca del sector se contrajo en torno al 50%». Euskadi vendió 540 millones de hierro y acero a Estados Unidos en 2022, el 10% de toda la facturación del sector al extranjero. Pero ya en el año pasado se produjo un fuerte ajuste con una exportación al país norteamericano de 337 millones de euros. Según explica el director del clúster vasco, Asier San Millán, «es un escenario muy complicado». Y lo señala, no tanto por una elevada exposición de las ventas a Estados Unidos sino porque el anuncio de tasas comerciales ha sido para todos los países, también los asiáticos, que son los principales productores de acero del mundo.

Según explica San Millán, el principal comprador de las empresas vascas es la UE, pero, ante el cierre de Estados Unidos a China o India, estos países buscarán salidas para su producto a precios muy bajos en Europa. Una competencia muy agresiva que viene sufriendo el sector vasco. Por ello, pide «una respuesta ágil de Bruselas que refuerce el sistema de cuotas». La asociación nacional del sector, Unesid, que agrupa a compañías con instalaciones en Euskadi como Celsa, Arcelor, Sidenor, Tubacex, Tubos Reunidos o Olarra, ha cifrado en 60.000 los trabajadores que en España podrían verse afectados de un modo u otro por la crisis de los aranceles.

Una de las claves para lograr resistir está en el valor diferencial. Y es que la fabricación de productos sin competencia en el mercado norteamericano abre grietas en la barrera arancelaria. Tubacex, una de las firmas vascas más relevantes del sector, cuenta con capacidad de fabricación al disponer de siete plantas en EE UU. Pero fuentes de la compañía advierten de que el envío de materiales para procesar allí también está 'arancelado'. En ese mercado la tubera alavesa vende piezas para la industria aeroespacial. Una especialización del producto que, según explican, les permite impactar en el precio el coste del arancel.

Llevar producción a EE UU

La apuesta por llevar plantas de fabricación a Estados Unidos crece entre las compañías. Teknia, una de las firmas de otro de los sectores más afectados, la automoción, ha fijado precisamente su prioridad en ese objetivo. Lo ha hecho tras ajustar sus gastos el pasado año un 4% y suspender otras inversiones.

La apuesta no está exenta de dificultades porque allí la falta de perfiles profesionales es también acuciante. El responsable de una compañía del sector del metal explica que, ante la falta de mano de obra, han tenido que contratar a expresidiarios. Además, como advierte González-Ruiz Jarabo, «Estados Unidos también tiene mucha regulación y gran exigencia administrativa».

Suspensión de pedidos

Sobre la automoción llueve sobre mojado. El sector ya acusó en 2024 el frenazo europeo por la crisis industrial y la competencia de los coches chinos. En este caso, la facturación registró el crecimiento más bajo de los últimos cinco años con un 1,3% y 25.349 millones. Además, Alemania, que compra una de cada tres piezas que se fabrican en Euskadi, está muy afectada por el arancel del 25% a los vehículos. El país germano, solo el pasado año, vendió casi un millón de coches a Estados Unidos.

Entre los gigantes vascos de la automoción, como los fabricantes de componentes Gestamp y Cie Automotive, la venta a Estados Unidos pasa por sus plantas de México. Un país que, hasta ahora, está esquivando el arancel general y negociando el de la automoción. Cie tiene en el país azteca doce plantas, por siete Gestamp, que cuenta también con otras nueve en Estados Unidos.

Para las bodegas más relevantes de Rioja Alavesa, el país gobernado por Donald Trump es el primer o segundo destino de las ventas internacionales. Y, en la actual situación, como explica el presidente del grupo bodeguero Rioja Alta, Guillermo de Aranzabal, «los pedidos de Estados Unidos se han parado». Las mejor paradas son la empresas del sector eléctrico, como Arteche o Ingeteam, que gozan de grandes pedidos en Estados Unidos por la fuerte inversión en electrificación del país.

  • 30.967 millones de euros fue el volumen de exportaciones de Euskadi en 2024. La cifra es el 35% de todo el PIB vasco, lo que evidencia la exposición de su economía a las turbulencias del mercado internacional

  • Automoción alemana. Una de cada tres El impacto de los aranceles a la automoción golpea a Alemania, que exportó casi un millón de vehículos y que compra una de cada tres piezas de las que se fabrican en Euskadi.

  • 1,3% es el porcentaje de crecimiento en la facturación de la automoción vasca en 2024. El más bajo en los últimos cinco años. El sector venía ya acusando la crisis industrial europea y la competencia de los coches chinos.

  • Respuesta y ayudas. Grupo de defensa de la industria vasca El Gobierno vasco celebrará el martes un consejo monotemático sobre la crisis arancelaria y ha convocado para el miércoles al grupo de defensa de la industria vasca.

  • 50% Fue el descenso en las exportaciones vascas de acero durante la primera andanada de aranceles de 2017 en el primer mandato de Donald Trump en la Casa Blanca.

Euskadi «sufrirá mucho» la guerra comercial, que ya frena las primeras inversiones | El Correo


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