SIEMPRE AMANECE
Mi generaciĂłn creciĂł en la cultura estadounidense y contra ella. Nos dijeron que su cine era malo, que no sabĂan comer, ni cocinar, ni hacer mĂşsica, ni por supuesto votar. Porque el gringo era visto poco menos que como una ameba ciudadana, un tipo que ... vivĂa en una caravana hasta las cejas de Jack Daniels casado con su prima a la que pegaba al volver a casa y rodeado de bebĂ©s cagados, alguien que no sabĂa situar MĂ©xico en el mapa; a ver cĂłmo iba a votar. En el fondo, aquĂ se creĂa que era de derechas porque era tonto.
Todo este antiamericanismo cuajaba, era tan ambiental en el mundo en el que crecimos los niños de los tardĂos setenta que nos insultábamos llamándonos "cochino, marrano, cerdo americano" y solo habĂan pasado treinta años desde que los Estados Unidos de AmĂ©rica habĂan enviado a sus chicos a morir en una playa para derrotar al nazismo. Naturalmente, el dicho no se nos habĂa ocurrido a los chicos, como tantas cosas. El insulto, que es el alfiler con el que se sujeta el odio, lo habĂa susurrado una izquierda antiamericanista que ahora baila la conga multipolar con la derecha 'altright putineja' y la derechona antiatlantista te cuenta del Donbass las mismas majaderĂas que el colectivo de familiares de presos de ETA. Esto sucede porque Rusia generĂł el problema de Occidente y despuĂ©s la soluciĂłn que terminará por destruir Occidente en una envolvente que lo mismo pariĂł el terrorismo, el 'wokismo' y el revisionismo de la ultraderecha en el que decir que lo de Hitler no estuvo tan mal es el nuevo punk. Esta brillante maniobra viene gestándose de manera evidente desde el pacto de De Gaulle con los rusos en Baden-Baden y supuso la integraciĂłn del mayo francĂ©s –unos pibes asaltan la residencia de las chicas– en anuncios de refrescos que te vendĂan libertad y rebrandings de marcas de coches deportivos en los que unos albinos mutilados y no binarios queman sujetadores (esto lo cuenta muy bien el profesor Pablo PĂ©rez LĂłpez en 'De mayo del 68 a la cultura woke', de Ediciones Palabra). Esta no la vimos venir porque andábamos tocando la pandereta de la regulaciĂłn sobre las renovables y preguntándonos si los 'galles' 'violaben' a 'les gallines' y hablando con la 'e' como si fuĂ©ramos todos de Luanco. Aquella izquierda 'antinuklearra' que era tan familiar en mi niñez –unos tipos simpaticotes de un movimiento que matĂł a JosĂ© MarĂa Ryan para cerrar LemĂłniz– debe de estar dando palmas, se lanzan por los gráficos de desplome de las bolsas como si fueran toboganes y peroran en clase de Monedero que el imperialismo yanki venĂa en 'El Rey LeĂłn'. A mĂ me recuerdan a la escena de 'La vida de Brian' en la que el Frente Judaico Popular –¿o era Frente Popular de Judea?– se preguntaba: «A parte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden pĂşblico, la irrigaciĂłn, las carreteras y los baños pĂşblicos, ÂżquĂ© han hecho los romanos por nosotros?». Ahora andamos preguntándonos quĂ© han hecho por nosotros los americanos. LĂmite de sesiones alcanzadas El acceso al contenido Premium está abierto por cortesĂa del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, intĂ©ntalo pasados unos minutos. Volver a intentar Has superado el lĂmite de sesiones SĂłlo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesiĂłn más antigua para que sigas navegando sin lĂmites en el resto. Sigue navegandoArtĂculo solo para suscriptores
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