El anunciado pacto electoral entre Juntos por el Perú y el etnocacerista Antauro Humala ha desatado un nuevo conflicto interno en el partido. Integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) acusan al presidente de la agrupación, el congresista Roberto Sánchez, de haber concretado el acuerdo de forma unilateral, sin consultar con las bases ni convocar al órgano directivo.
El acuerdo fue confirmado por Antauro Humala durante una reunión con etnocaceristas, donde también estuvo presente Sánchez. “Vamos a unirnos con los hermanos de Juntos por el Perú. Será Juntos por Antauro o algo por el estilo. El símbolo será conjunto. Hemos llegado a la conclusión que no hay nada mejor que la bandera de los incas, la Wiphala”, dijo.
El líder etnocacerista —quien estuvo preso más de 17 años por delitos como homicidio, secuestro agravado y rebelión, por el ‘Andahuaylazo’— se quedó recientemente sin agrupación política, luego de que la Corte Suprema declarara ilegal a su partido A.N.T.A.U.R.O. por violar principios democráticos y y promover la violencia como método político. Esa decisión lo dejó fuera de carrera presidencial para el 2026, aunque ahora busca postular al Senado usando a Juntos por el Perú como plataforma.
“El primer paso es la unificación en cuerpo y alma de Antauro con Juntos por el Perú. La segunda etapa serán las alianzas con otras agrupaciones que acepten nuestro programa”, afirmó Humala.
El malestar se hace público mediante voces como la de Diógenes Alvarado, secretario nacional de Relaciones Internacionales de Juntos por el Perú.
En declaraciones a El Comercio, denunció que el acuerdo se concretó sin participación democrática y con sanciones impuestas a los dirigentes que se oponían al acuerdo.
“Le hicimos ver a Roberto Sánchez que Antauro no es un buen referente político en la vida democrática, y si se quería un acuerdo con él, nos debíamos someter a la decisión de las bases. Pero él continuó y buscó mecanismos para suspender por 180 días a quienes estábamos en su contra, para que no podamos participar de la última asamblea nacional”, dijo.
Alvarado señaló que la decisión ha dañado la institucionalidad partidaria. “Es una pena por el partido porque no hubo mayor análisis ni discusión. Como nos suspendió diciendo que somos traidores al partido porque no estamos de acuerdo con su postura, no hubo quién cuestione la decisión unilateral. Personas como Roberto Sánchez le hacen muchísimo daño a la democracia interna de los partidos”, afirmó.
Para el dirigente, Sánchez ha priorizado sus intereses personales. “Está buscando un acomodo personal, quiere ser candidato, posiblemente, al Congreso, entregándole el partido a Antauro Humala”, dijo.
Alvarado también cuestionó la representatividad de Humala y el rechazo que genera en distintas regiones. “Humala no tiene ni partido, no tiene representatividad democrática, pero quiere implementar 10 puntos que son verdaderamente temerarios para el país. Las bases regionales tenemos nuestros puntos de vista sobre Antauro. La base de Áncash tiene otras opciones que proponer al interior del partido, pero no la han escuchado y ni la escucharán. Hay otras regiones que, por cálculos electorales, están siendo sometidas”.
Asimismo, denunció que varios dirigentes del CEN prefieren guardar silencio por miedo a represalias. “De los 20 dirigentes del CEN, cuatro hemos cuestionado abiertamente el acuerdo con Humala, pero sabemos que hay más que no están de acuerdo. Por el temor de ser expulsados, no hablan. Dirán que la mayoría de los dirigentes del CEN está de acuerdo, pero son dirigentes sometidos al interés de Roberto Sánchez”.
Alvarado dijo que fue marginado del congreso partidario donde se habría ratificado el pacto con Humala. “Yo soy dirigente nacional, pero no me dejaron participar del último congreso partidario, al que solo asistieron 53 delegados”, denunció.
Vanessa Chihuanhuaylla, integrante de la Secretaría Nacional de Ética, también rechazó el pacto con Antauro Humala. Señaló que va contra los principios del partido.
“Este pacto no coincide con lo que nosotros planteamos desde Juntos por el Perú. Nosotros hablamos de democracia, de movimiento popular, pluricultural, multiétnico. Es lo que dice incluso nuestro estatuto”.
Chihuanhuaylla también alertó sobre los valores que Humala representa. “El tema de Antauro Humala no habla de una democracia propiamente dicha, sino de una dictadura militar. Él, incluso, habla de la pena de muerte, algo que no considera nuestro partido”, dijo.
Humala ha reiterado públicamente propuestas radicales como el fusilamiento de expresidentes acusados de corrupción, incluyendo a su propio hermano Ollanta Humala.
También ha insistido en la exclusión de comunidades vulnerables como la LGTBIQ+ y migrantes.
Chihuanhuaylla sostuvo que el acuerdo fue completamente arbitrario y sin consultar a la militancia. “Esta seudoalianza o pacto político no ha sido consultado a las bases. Nunca nos hemos reunido como CEN para definir este tema. Es de una decisión antidemocrática que ya genera bastante descontento en las regiones. Hay que ver Lima Metropolitana, La Libertad, Arequipa, Áncash, Moquegua. Hay un remezón dentro del partido por esta decisión a título personal de Roberto Sánchez”.
También consideró que el partido corre el riesgo de ser denunciado por conducta antidemocrática, por respaldar el discurso del etnocacerista, como pasó con A.N.T.A.U.R.O.
La disolución de la agrupación A.N.T.A.U.R.O. marcó un precedente en el sistema político, ya que fue la primera vez que se aplicó esa medida por conducta antidemocrática.
Frente a los cuestionamientos, el presidente de Juntos por el Perú defendió la decisión de pactar con Humala. “Formaremos un gran bloque patriótico nacionalista de partidos y movimientos. Nosotros no vetamos a nadie y vamos serenos, con pies de plomo”, respondió a El Comercio.
Consultado sobre la polémica interna, sostuvo que los conflictos dentro del partido deben ser canalizados por los órganos correspondientes. “Los conflictos internos en pleno momento electoral [...] los resuelve el Comité Nacional de Ética, como ente autónomo”, explicó.
“En tiempos electorales siempre hay ánimos internos y disputas”, añadió.
El parlamentario también aseguró que todo el proceso se desarrolla dentro del marco legal. “Nosotros nos sometemos a la Ley de Partidos Políticos, su reglamento y al estatuto del partido”, precisó. Añadió que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) da seguimiento a la legalidad de los actos dirigenciales y dijo que no hay irregularidades en el proceso.
Finalmente, recordó que aún existe margen legal para concretar alianzas hasta el 2 de agosto. Pero precisó que con Humala, oficialmente, no se puede hablar de una alianza, ya que no cuenta con partido.
“Reconocemos al movimiento Antaurista etnonacionalista como una base social popular, que al no tener registro electoral por habérseles ilegalizado, son bienvenidos como pueblo hermano y con derecho a la participación política para construir un gran bloque amplio. Eso es Juntos por el Perú”, señaló.
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