De Canciller a 'víbora', según Petro: las 3 hipótesis detrás del ataque de Leyva al Presidente


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Key Players and the Fallout

The conflict centers on the fractured relationship between Colombian President Gustavo Petro and his former Foreign Minister, Álvaro Leyva. Leyva, after being replaced and facing sanctions, penned a scathing letter accusing Petro of drug addiction, poor judgment, and being controlled by key officials, including Laura Sarabia and Armando Benedetti. Petro retaliated, labeling Leyva a “viper.”

Leyva's Allegations

Leyva's accusations extend beyond personal attacks, implicating the President's judgment in matters of national importance, such as international affairs and the acquisition of fighter jets. He also alleged that Petro's actions were influenced by those around him.

  • Drug addiction and mental health concerns impacting decision-making.
  • Being controlled and manipulated by advisors.
  • Poor handling of the passport contract scandal and subsequent sanction.
  • Failed negotiations for the purchase of French Rafale fighter jets.

Petro's Response and Counterarguments

President Petro vehemently denies Leyva's claims, dismissing them as malicious attacks. The Presidency and other officials have publicly countered Leyva’s accusations, demanding evidence and discrediting his motives. The conflict has drawn international attention, further exacerbating the political tension within the country.

Underlying Factors

Beyond the accusations, the conflict reveals deeper tensions and power struggles within the Petro administration. Speculations suggest Leyva's letter stemmed from perceived mistreatment after his removal from the Foreign Ministry and unfulfilled ambitions, possibly aiming for the High Commissioner for Peace position.

Impact and Speculation

The fallout from Leyva's letter has intensified existing political division and uncertainty surrounding the Petro government's governance. The narrative around Petro's political future and the ongoing investigations are central to the ongoing debate.

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Antes de irse a Europa de vacaciones, para la primavera de junio de 2022, el electo presidente Gustavo Petro soltó el nombre de quien sería su primer alto funcionario designado dentro del llamado gobierno del cambio: el conservador Álvaro Leyva Durán.

Estaba tan cantada la designación de Leyva como Canciller que para ese momento el curtido político, hoy con 82 años, ya se había reunido con el entonces embajador de Estados Unidos en Colombia, Francisco Palmieri, para hablar de una agenda bilateral e incluso hemisférica, bajo la intención de proyectar al nuevo mandatario de izquierda como un líder global.

Dos años y 9 meses después, el Presidente calificó a su otrora Ministro de Relaciones Exteriores de “víbora” que lo calumnia, después de que este le radicó en Casa de Nariño una carta que desató una nueva tormenta en el gobierno Petro.

Dardos e hipótesis

Armando Benedetti; el presidente de la República, Gustavo Petro; Laura Sarabia  y Álvaro Leyva. Foto:Cancillería

“Claro, no podía darme las gracias. Tenía era que insultarme y atravesarme una daga por la espalda. Morder la mano. La víbora nunca deja de morder en toda su existencia”, señaló el mandatario en una de sus primeras reacciones.

A diferencia de otros capítulos del llamado ‘fuego amigo’, el contenido de la misiva, revelada por Leyva en sus redes el pasado martes, terminó incluso saliendo en medios internacionales como The Financial Times; y compitiendo en la agenda informativa local con la muerte del Papa y las 12 preguntas de la consulta popular que cocina el Ejecutivo para salvar su reforma laboral.

“Es claro que Álvaro capitalizó el prestigio que tiene a nivel internacional para lograr impacto y daño”, le dijo a EL TIEMPO un allegado al excanciller.

Álvaro Leyva, excanciller. Foto:Sergio Acero/El Tiempo

Y aunque lo que más ha trascendido de la carta son dos dardos de carácter personal, pero con efectos en la gobernabilidad del país, en voz baja se habla de los detonantes que habrían llevado a Leyva a enfrentar al Presidente. Algunos hablan de dos jugosos negocios estatales en ciernes; otros, del manejo de la paz y del cargo pírrico que le ofrecieron tras su salida de la Cancillería por el escándalo del contrato de pasaportes.

Aunque se trata de especulaciones, excompañeros y amigos del Presidente y de Leyva aseguran que en el entrelíneas de la misiva el excanciller deja en evidencia lo que lo llevó a declarar al Presidente drogadicto y rehén de tres de sus altos funcionarios.

En la carta, Leyva asegura que en uno de los viajes a Francia con el mandatario –en donde uno de los puntos de la agenda era un nuevo sondeo para la compra de los aviones caza para la Fuerza Aérea Colombiana–, comprobó que el Presidente tiene problemas de drogadicción.

Gustavo Petro en su discurso en Soledad, Atlántico, tildó de 'víbora' al excanciller.  Foto:Presidencia

Incluso habla de “otras manifestaciones de difícil superación -como ansiedad y depresión- que lo han llevado a lanzar frases incoherentes, intervenciones públicas desadornadas, con amenazas innecesarias”.

Y recogiendo recientes ataques entre miembros del gabinete, le dijo que estaba "secuestrado" por funcionarios a los que le aconsejó despedir.

“Presidente, desvincule a quienes han abusado de usted, que se han aprovechado de su complejísima situación y que le han hecho y continúan haciéndole terrible daño. Tan evidentes son que están en boca y mentes de cientos de miles de compatriotas: El Presidente de Ecopetrol, Benedetti y la señora Sarabia. Dícese de ellos que lo tienen secuestrado”, asegura Leyva refiriéndose al exgerente de la campaña Petro y cabeza de Ecopetrol, Ricardo Roa; a la canciller Laura Sarabia; y a su jefe de despacho y ministro del Interior, Armando Benedetti.

¿Doble agenda?

Carta de Álvaro Leyva Foto:X: Álvaro Leyva

Un amigo del excanciller y de su familia le dijo a EL TIEMPO que, en su criterio, este no pudo soportar que, primero, lo reemplazara en el cargo Luis Gilberto Murillo. Y, luego, Laura Sarabia. Y a él solo le ofrecieran irse a la embajada de Bélgica que dejó Jorge Rojas.

“A Leyva literalmente lo arrinconaron después de que, como él mismo asegura, fue un incondicional con el Presidente y hasta lo inhabilitaron (10 años) y sancionaron por el escándalo de la licitación de pasaportes”, explicó su allegado.

Pero para otros el tema de los pasaportes y el fallo en su contra por el tema pasaportes –en donde Leyva dice que siguió órdenes del Presidente– no se trató de una ‘inmolación’ judicial que, de confirmarse, lo dejaría fuera de la administración pública hasta sus 92 años.

Gustavo Petro en Francia. Foto:Presidencia

Aseguran que siempre se supo que Leyva esperaba que el mandatario lo nombrara en un cargo acorde con su estatura y antecedentes como negociador con guerrillas a las que ha sido tan cercano: Alto Comisionado para la Paz.

“Quería en este gobierno de izquierda romper el celofán de ministro -cargo que ya ocupó en el pasado- y plantear incluso, por cuenta de la paz, una tercera candidatura presidencial propia para el 2026. La última por su edad”, le dijo a EL TIEMPO un funcionario.

Ricardo Roa Barragán, presidente de Ecopetrol. Foto:Archivo particular

Y agregó que, de hecho, cuando sacaron a Danilo Rueda de comisionado de paz, por la puerta trasera, varios estaban seguros de que Leyva entraría por la principal.

A eso atribuyen que, en una especie de doble agenda, el Canciller seguía organizando eventos a los que bautizó “por la verdad para la no repetición”. En estos invitaba a exparamilitares de la talla de Carlos Mario Jiménez, alias Macaco y de Salvatore Macuso, que luego el Gobierno graduó de ‘gestores de paz’.

'Doble rasero’

Así título el Financial Times la noticia de la carta de Leyva. Foto:Financial Times

Pero no pasó nada. Llegó Otty Patiño al cargo y cuando la Procuraduría destituyó y sancionó a Leyva, el Presidente terminó reemplazándolo por Luis Gilberto Murillo, a pesar de que lo defendía en redes.

“He escuchado a juristas destacados hablando de ruptura institucional en el caso del canciller de la República, primero en la historia en ser suspendido. Solo he esperado que las delegaciones internacionales que vienen de EE. UU. y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sean atendidas correctamente y nos oigan”, escribió el Presidente el 2 de febrero de 2024.

Lo que reprochan algunas personas cercanas a Leyva es que a este lo terminaron sacando aunque su sanción no está en firme.

En efecto, se encuentra en revisión en el despacho del nuevo procurador Gregorio Eljach que la puede tumbar, reducir o mantener como ya ha hecho con otras decisiones de su antecesora Margarita Cabello. 

Los excancilleres Álvaro Leyva y Luis Gilberto Murillo. En el centro el presidente Gustavo Petro. Foto:Archivo particular

Mientras tanto, dicen, hay otros funcionarios que están siendo investigados y hasta llamados a juicio por conductas más graves y siguen en altos cargos, en una especie de doble rasero.

“El enredo de las grabaciones de voz (Sarabia-Benedetti), dadas a conocer por la revista Semana en junio de 2023, sigue manteniendo en vilo su gobierno; y actualmente mucho más por las informaciones suministradas el pasado miércoles 16 de abril por su Canciller desde Osaka, Japón. Lo que demuestra una vez más que usted sigue siendo víctima de esos cuestionados funcionarios”, le dijo Leyva al Presidente en la explosiva carta en referencia al audio que Laura Sarabia le entregó a la Fiscalía en medio del pulso que mantiene con Benedetti.

Las cartas y la cita

Esta es la carta del Mindefensa al gobierno Francés para la negociación de los aviones. Foto:EL TIEMPO

Allegados a Leyva también aseguran que a este le dejó un mal sabor la negociación para la adquisición de aviones caza que inicialmente iban a ser los franceses Rafale CF3.

Aunque no dan muchos detalles, señalan que la fallida reunión con los fabricantes de los aviones, el 23 de junio de 2023, cuando Leyva dice que el Presidente se perdió en París, buscaba revivir un negocio que se había frenado inicialmente por temas de caja.

“Ya era una decisión de Estado adquirir los aviones Rafale, que en una matriz de la FAC habían quedado mejor ranqueados que sus competidores. Pero los franceses prefirieron frenar la negociación porque Colombia solo tenía disponible (para diciembre de 2022) un Conpes que autorizaba una inversión de 650 millones de dólares en un negocio que supera los 3.700 millones de dólares. Y cuando se intentó reactivar el tema, el Presidente no apareció y luego se optó por negociar los aviones de combate Saab Gripen suecos”, explicó un funcionario cercano a Leyva que estuvo al tanto de las negociaciones de los aparatos. 

Uno de los aviones Gripen. Foto:Cortesía

De hecho, EL TIEMPO conoció un cruce de cartas entre el Ministerio de Defensa de Colombia y autoridades francesas en donde se habla del caso.

Y aún está por establecerse qué pasó con el tema de la impresión de pasaportes y visas que, tras la salida de Leyva de la Cancillería, su sucesor Murillo habría dejado listo con el convenio gobierno a gobierno con la Casa de la Moneda de Portugal.

Pero hoy nadie sabe si la fase de impresión, prevista para octubre, se va a cumplir. 

'Tiro en el pie'

Jorge Leyva, hijo del excanciller Álvaro Leyva. Foto:Archivo particular

Además del Presidente, varios funcionarios y hasta una de sus hijas han salido a desvirtuar los señalamientos de Leyva e incluso a exigir que entregue evidencia.

“Leyva se dio un disparo en los dos pies. El Presidente va a seguir su proyecto político a largo plazo y el excanciller y su hijo Jorge quedaron fuera. El propio Presidente ha dicho que Leyva le hablaba del camino para su reelección”, le dijo a EL TIEMPO un exfuncionario de Casa de Nariño. Y agregó que a Leyva lo terminó dominando su rancia estirpe bogotana y no soportó que lo sucedieran Murillo y Sarabia.

Pero amigos del excanciller aseguran que detrás de la carta solo hay una genuina intención de alertarle al país lo que está pasando en el Gobierno. Y agregan que pocos se percataron de una de las últimas líneas en donde asegura que viene una nueva misiva que promete tener más datos.

“No me referiré en esta oportunidad a muchos de sus tweets, hoy mensajes X, que han sido objeto de crecido rechazo. Ni a otros temas que desdibujarían el sentido que pretendo darle a esta primera carta”, escribió Leyva y le pidió audiencia al Presidente.

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