Drogas, varias botellas de licor y damas de compañía en toples. Este fue el panorama que encontraron agentes del CTI de la Fiscalía y el Gaula Militar en un operativo de allanamiento a un ‘palacete’ construido en Villa Yolima, una humilde zona de Riohacha, La Guajira.
El allanamiento se ejecutó el pasado domingo 27 de abril, con el propósito de capturar al señalado jefe de sicarios de la organización delincuencial 'los Pachenca', que controlan el narcotráfico y la extorsión en gran parte de la Sierra Nevada de Santa Marta y sectores de La Guajira.
El capo y uno de sus guardaespaldas figuraban en la lista de invitados a la ruidosa celebración que planeaba extenderse por varios días.
En efecto, las autoridades tenían información según la cual Yair José Moscote Muñoz, alias Yao, el jefe de sicarios que se desplazaba en camionetas de alta gama con escoltas que portaban fusiles, había llegado esa noche a La Guajira.
El sujeto, de 22 años, ya estaba plenamente identificado porque venía enviando videos amenazantes a sus víctimas a través de redes sociales, en donde se le ve rodeado de hombres fuertemente armados. Además, ya se tenía documentado que era el encargado de coordinar asesinatos selectivos de ‘los Pachenca’.
'Yao', oriundo de Riohacha, tenía una orden de captura vigente por los delitos de concierto para delinquir agravado y extorsión agravada. Pero tiene otros procesos andando en su contra.
Ahora, las autoridades le siguen la pista a los dueños del lujoso predio donde fue capturado el señalado jefe de sicarios, cuyo valor se estima en más de 3.000 millones de pesos.
“El lugar llama la atención porque está en una zona deprimida de La Guajira. En ese sector no hay casas de ese tipo y desde que se construyó se han visto camionetas de alta gama frecuentar la zona”, le dijo a EL TIEMPO un investigador.
Y agregó: “Ahí se hacen parrandas vallenatas de aproximadamente 150 personas. El lugar tiene seguridad privada, piscina, kiosco, un bar interior y es frecuentado por modelos. Ese predio viene siendo usado como fortín de la mafia. Ahí se sellan negocios ilícitos y se arman treguas entre bandas criminales que operan en la Costa”.
Según el investigador, a ese tipo de viviendas les dicen casa patio: “Aquí es normal encontrar una casa de 3 mil millones, rodeada de rancherías y desde la pobreza absoluta, sin vías, sin alumbrado público. Esa casa no tiene nombre ni nomenclaturas, son clandestinas y se alquilan para eventos. En el momento del allanamiento había mujeres en 'toples', drogas y mucho alcohol”, indicó una fuente enterada del caso.
Además, oficiales de inteligencia que participaron en el allanamiento le enviaron a EL TIEMPO fotos satelitales del lugar. Sin embargo, por ser vecino a otro lugar de eventos que niega tener relación alguna con el operativo, este diario se abstiene de publicarlas.
Según fuentes cercanas a la investigación, la casa está ubicada en el barrio Villa Yolima, en Riohacha, y ya se identificó quién figura en papeles como dueño del predio. Ahora se busca establecer si lo arrendó de buena fe o si tiene algún vínculo con estructuras mafiosas.
Además, se busca establecer el origen de los dineros con los que se levantó la edificación: "Informantes aseguran que el predio está ligado a la esposa de uno de los capos de la zona".
Los investigadores recordaron que hace tan solo dos meses, la Policía encontró una edificación similar en el barrio Santa Cruz de Medellín. En el lugar, de 3 pisos, piscina interna, puertas blindadas, jacuzzi, circuito cerrado de TV y un laberinto con salida a otra calle, estaba en medio de una fiesta con droga Juan Pablo Leal Vásquez, el llamado rey del 2CB (droga ilegal sintética).
El hombre, quien se encontraba con una modelo, alcanzó a huir del lugar dejando su Jeep rojo. Semanas después, fue asesinado en el Valle.
Según fuentes que estuvieron en el operativo, cuando iban a proceder con la captura de Yao, el capo "se escondió en un baño de damas con una mujer quien lo estaba cubriendo con el cuerpo para que los soldados no lo reconocieran. Uno de los militares tuvo que entrar y sacarlo. También se capturó a su escolta, quien portaba una pistola de calibre 9 milímetros sin salvoconducto”.
Autoridades ahora indagan si en la fiesta había más criminales asociados con 'los Pachenca'.
Tanto alias Yao como su escolta se encuentran bajo custodia en la URI de Riohacha, donde se adelanta el proceso de judicialización.
UNIDAD INVESTIGATIVA
u.investigativa@eltiempo.com
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