En un primer momento el Ayuntamiento había proyectado reconvertir el histórico edificio en la gran pinacoteca de Avilés que albergase la colección municipal de obras de arte. Sin embargo han pasado los meses y esa primera idea se ha descartado, dando forma a un nuevo proyecto más abierto a otro tipo de usos, y sobre todo accesible para que los avilesinos y turistas puedan conocer los secretos que guarda el palacio de Balsera.

Desde el área de Cultura se han tomado muy en serio esta idea, que ahora pasa por convertir el edificio en un espacio de usos múltiples, dedicado principalmente a acoger exposiciones temporales, pero abierto a todo tipo de actividades culturales como conciertos, charlas, encuentros o muestras, sumándose así a la oferta que ya se ofrece en otros espacios municipales como la Casa de Cultura o la Factoría Cultural, entre otros.

Desde el equipo de gobierno también tienen en mente que el palacio de Balsera esté abierto al público de manera permanente y durante todo el año, abriendo así las puertas de un edificio histórico y emblemático de Avilés, pero que durante las últimas décadas no ha sido accesible al ser la sede del conservatorio municipal y las dificultades de compaginar las clases con visitas del público.

Esta transformación del edificio se llevará a cabo de manera gradual, pero por lo pronto este mismo año ya se pretende empezar con las obras de renovación y adecuación de espacios. Cabe recordar que el Ayuntamiento de Avilés recibió ya el año pasado tres millones de fondos europeos para transformar el palacio de Balsera.

El objetivo es finalizar las obras del futuro espacio cultural antes de marzo de 2026, pero desde Cultura tienen la ambición de que este mismo verano ya se puedan llevar a cabo las primeras visitas al edificio, por lo que los primeros trabajos tendrían que comenzar a lo largo de mayo como tarde.

La previsión es la de instalar un ascensor, renovar la fontanería, mejorar las fachadas y las instalaciones en general, además de las ventanas y tratar de adaptar el palacete, respetando al máximo su configuración histórica, al nuevo uso que tendrá en el futuro como museo, pero también se deberán adecuar salas para albergar otro tipo de actividades culturales.

Cabe recordar que el palacio de Balsera está catalogado como Bien de Interés Cultural, una condición que limita en gran medida el tipo de actuaciones que se pueden llevar a cabo tanto en su interior como en las fachadas exteriores. Esas limitaciones también condicionaron el proyecto inicial de pinacoteca municipal, por las necesidades espaciales y de iluminación que requería transformar los espacios en una sala de exposiciones permanentes, incompatibles con su protección.