A medida que pasan los días y crecen las preguntas sin respuesta sobre la desaparición de Tatiana Hernández, un contundente testimonio conocido en exclusiva por EL TIEMPO, podría arrojar luz sobre lo ocurrido la tarde de su desaparición en Cartagena.

Un trabajador de una empresa de aseo, que realizaba sus labores en la avenida Santander en inmediaciones al espolón donde fue vista por última vez Tatiana, ha ofrecido un relato detallado que podría resultar fundamental para reconstruir los últimos momentos en los que la joven fue vista con vida.

En la declaración conocida por este diario se escucha al hombre con voz pausada, pero con una memoria clara, reconstruir ante las autoridades lo que presenció con una precisión que impacta.

Tatiana, según relató, cruzó la calle hacia el otro andén y se sentó sola en unas piedras. No estaba acompañada, ni parecía esperar a alguien en particular. Sin embargo, su semblante ya transmitía una emoción que llamó la atención del testigo.

“Se veía triste. Uno se da cuenta. Había algo en su expresión, en su forma de sentarse, como si estuviera cargando algo por dentro”.

Aproximadamente veinte minutos después, un hombre desconocido apareció en la escena. Según el trabajador, era de tez clara y tenía una barba abundante. Asegura que hubo un intercambio evidente entre ellos.

“Él se sienta donde ella estaba. Entonces ella se mueve a la piedra del frente. Quedaron frente a frente, hablando. Ella incluso se rio con él en un par de ocasiones. Pero esa tristeza no se le quitó del todo”. 

Un segundo hombre estaba en la escena, pero desde la distancia

El testigo recuerda que la interacción entre ambos duró cerca de 45 minutos. Durante ese tiempo, observó detalles que ahora, con la perspectiva de los hechos, le resultan inquietantes. No solo por lo que vio, sino por lo que sintió.

“Había algo raro. No era solo la conversación. Era el ambiente. Mientras ellos hablaban, había otro hombre más, parado a cierta distancia. Estaba observando. Eso fue lo que más me desconcertó”.

Este segundo sujeto, según describe, parecía tener entre 48 y 50 años. No se involucró directamente en la conversación, pero se mantuvo atento a la escena desde una distancia prudente. El trabajador insiste en que su presencia no fue casual.

“No era que pasaba por ahí. Estaba quieto, mirando. No se movía. Yo lo vi bien. Estuvo ahí un buen rato. Y cuando la pareja terminó de hablar, ese hombre también se fue caminando, como siguiéndolos desde lejos”.

Se fue caminando y sin presiones: testigo

Poco después, la joven y el primer sujeto también abandonaron el lugar. El testigo no presenció ninguna acción violenta ni forzada.

Lo que más frustra al trabajador es saber que muy cerca del lugar hay una cámara de seguridad, ubicada en un poste, que posiblemente habría captado la totalidad del encuentro.

“Esa cámara lo habría visto todo. Desde que ella llegó, hasta cuando se fue. Todo. Pero no sé si funciona. Si estuviera buena, eso ya se habría resuelto”.

Este relato, ofrecido con lujo de detalles, ha sido entregado a las autoridades, quienes se encuentran revisando cámaras en la zona e intentando identificar a los dos hombres mencionados. El Departamento de Seguridad de Cartagena, (Distriseguridad) informó que las grabaciones no están disponibles, toda vez que las cámaras se encuentran en la zona, no están en funcionamiento.

La Fiscalía tiene videos de cámaras de seguridad privada

Este testimonio ha cobrado aún más relevancia luego de que Jaime Hernández, director de Distriseguridad, confirmara que existen grabaciones en poder de la Fiscalía que podrían arrojar luz sobre el caso.

Hernández, respondiendo a los cuestionamientos sobre la utilidad de las cámaras de vigilancia del Distrito en la zona .

Esto refuerza la preocupación inicial expresada por el testigo, quien temía que la cámara ubicada en un poste cercano no estuviera funcionando al momento del incidente:

“Si esa cámara estuviera buena, habría captado todo. Desde que ella llegó hasta que se fue. Todo, todo”, dijo con frustración.

Tatiana Hernández, de 23 años, se encuentra desaparecida desde hace más de una semana. Prestaba su año de internado médico en el Hospital Naval de Cartagena, y fue vista por última vez en el sector de los espolones, frente a la histórica muralla, en un video que un turista grabó y compartió con la familia.

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