Fermin enciende Anoeta y deja el listón muy alto | El Diario Vasco


Fermin Muguruza's electrifying concert at Anoeta Stadium in San Sebastián, Spain, was a resounding success despite inclement weather, featuring numerous collaborations and a powerful political message.
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Sorprender, sin duda, es la mejor forma para comenzar un concierto. Lo hizo varias veces en los primeros minutos Fermin Muguruza. Salió su «bandaza» al ... escenario para arrancar con 'Maputxe', no tan conocida ni enérgica como sus grandes éxitos, pero que sirvió para llamar la atención. Y con todos mirando, tras el «make some noise» y los aplausos de los más de 30.000 asistentes llegó 'Urrun'.

Algo así hacia falta, porque la tarde-noche había comenzado complicada por la lluvia. Arrancó Selektha Sthepi, DJ de Bad Sound System, doblando esfuerzos al hacer de puente entre grupo y grupo. Como Oihana Barrena y Samboy Diaby, que ejercieron de presentadores y animadores. Lo lograron. Junto a Niña Coyote eta Chico Tornado –magníficos los donostiarras–, DAM en representación de «todos los grupos palestinos» y Des-kontrol, que tras un tromba de agua que vació la pista se encargaron de llenarla a golpe de guitarra y rabia, mucha rabia. Esa «colectiva» que mencionaba Fermin. Y que a pesar de comenzar con media hora de retraso, no decayó.

Anunciado para las 21.00 horas, las largas colas para acceder al estadio retrasaron su show hasta las 21.30 horas. Ya sin lluvia, con la pista repleta y con las gradas en pie llegó el «akelarre antifascista», que se alargó pasada la medianoche, más allá de la hora de cierre de todos los periódicos. Menos mal que el bombazo lo soltó nada más coger el micrófono: habrá concierto el 14 de agosto en Irun –gestionado por el área de cultura de su ayuntamiento–. Lo anunció a través de las pantallas. Ya decíamos que sorprendió varias veces. Enganchó al público y lo convenció, entregado, para acompañarle a los coros en temas icónicos como 'Hay algo que va mal' o 'La línea de frente' de Kortatu. Nadie dijo 'esto es charca'.

Siempre en primera fila, se apoyó mucho en su banda. Incluyendo a cada músico, a cada instrumento en cada canción. No por compromiso, sino porque el tema gana enteros haciéndolo así. Se les veía enchufados, disfrutando. También ayudaron las tres pantallas gigantes, que en todo momento proyectaron contenido audiovisual complementario, bien de imágenes grabadas o de los propios integrantes. A destacar los solos de la sección de viento, los enérgicos bailes sobre el escenario –como el que ilustra la crónica– o el buen rollo entre los integrantes de la banda. Así como la «militancia» del irundarra: mensajes de apoyo a los imputados por ayudar a varios migrantes a cruzar la muga del Bidasoa en la pasada edición de Korrika, guiños a Kortxoenea o el llamamiento a participar en la marcha contra la turistificación de este mediodía. «Hau ez da kontzertu soil bat» (esto no es un simple concierto), gritó como introducción a 'Inkomunikazioa'.

No se guarda nada

«Ga-Gasteizetik Ba-Baionara». Dos palabras, apenas una frase de 'Big Beñat', sirvió para subir un peldaño más. Aquella canción para Korrika fue un hito en la carrera de Muguruza y se notó por cómo la disfrutó el irundarra cuando los integrantes de Bad Sound System se sumaron al escenario para rapear. Otro momento de energía colectiva que, sin descanso, encandenó con 'Azoka eguna' y un solo de trikitixa de Xabier Solano. Con el paso de las canciones fue a más, sin guardarse nada y el público respondió coreando 'He visto las calles ardiendo otra vez' o 'La familia Iskariote'.

Si el repaso a su trayectoria era un pilar de este proyecto, tener a su hermano Iñigo «muy presente» era otro. Lo logró con la ayuda de Lide Hernando al cantar 'Bizitza zein laburra den' a dos voces. Se lució la donostiarra y el público la recompensó con una sonora ovación. Siguió otra, quizá más atronadora, a un clásico como 'Nicaragua Sandinista'. Y como si a parejas fuera la noche, otra vez acompañado de la lluvia, subió la siguiente invitada: Olana Liss, principal 'culpable' de que Muguruza mantenga su voz en esta gira.

No podían faltar canciones de Black is Beltza, dos de los proyectos audiovisuales en los que se embarcó tras dejar los escenarios. Ni temas de Negu Gorriak. Arrancó recordando el directo del Velódromo y dejó claro que sabe tocar la tecla que enciende a su público: 'Aiako txikito' y 'Bidasoa fundamentalista' para hacer saltar bajo la lluvia a los asistentes.

Y si de imprescindibles hablábamos, no podían faltar los integrantes de Nego Gorriak, invitados como Jon Maia con una seguidilla marca de la casa («hoy el 'boss' Fermin»), el cantante de Non Servium Karlos Animal para cantar 'Zu atrapartu arte' en homenaje a sus fans de Madrid. Ni claro, Gorka Urbizu, como ya adelantó en las entrevistas previas al concierto. El de Lekunberri, «uno de los gigantes de la música vasca» salió en pleno aguacero y regaló al público una excelsa versión de 'Maravillas'. Se quedó, sonriente porque se crece en el escenario, para compartir 'Horrelakoa da bizitza'.

Si lo de este sábado era un akelarre antifascista, si era en Anoeta, ¿quién nos falta? Aitor Zabaleta. Y no fue por postureo, ni por quedar bien. Ha sido una constante en sus directos, no ha faltado durante la gira y en las horas previas al concierto la Real colgó una imagen en la que el irundarra posaba ante el escenario con una camiseta txuri-urdin y el 12, asociado ya al aficionado más insigne de nuestro club.

La lluvia no para la fiesta

Apenas dio tregua la lluvia, que caló hasta los huesos asistentes y músicos. Ya casi a oscuras y rondando la medianoche, llegaron 'Kolore guztiak' como «respuesta al fascismo» o 'Dub Manifest' en el que Hernando volvió a deleitar con su voz.

Después de dos horas de concierto y cerca de 35 canciones, Muguruza todavía tenía algún as bajo la manga. Por ejemplo, mientras Chaplin llenaba las pantallas Xabi Solano tocó una versión de 'La Internacional' con la trikitixa que el público acompañó cantando a plena voz y, tras un parón algo raro que hizo sospechar a los presentas, Oihana Barrena apareció en el escenario hacha en mano para cortar un tronco, al son de 'Errespetua', animada por el público. ¿Suficiente? Como «se lo estaba pasando bien este ska» ('El último ska') y antes de presentar a su «bandaza», a sus «gladiadores», su «acorazado Potemkin», Muguruza soltó la ¿última? bomba. Además de la cita en Irun el 14 de agosto en plenas fiestas de Mosku, actuará en Arrasate y en las txosnas de Vitoria en las fiestas de La Blanca.

No faltó un último llamamiento al público para que, bandera palestina en alto, danzará 'Yalah yalah Ramallah' mientras en las pantallas se veían imágenes de conflictos armados y se superponían mensajes como «Beirut never dies (Beirut nunca muere)», «Free Palestine» o «First ceasefire, then Palestinian Liberation». Aprovechó la ocasión Muguruza para compartir escensario con el grupo DAM. Y aprovechando el momento de hermanamiento, Solano y Hernando interpretaron el 'Txorian txori', más cercano a la versión de Bultzada que a la original, que enlazaron con 'Lepoan hartu ta segi aurrera'. Para los amantes de lo romería, hubo que agacharse sí. ¿Bajón? A saltar con 'Gora Herria'.

El cierre, el colofón, fue 'Sarri Sarri', canción para la que ficho a «la lehendakari de Euskal Herria» Itziar Ituño. Y que terminó con toda la banda, presentadores y bailarines sobre el escenario.

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