Puente Genil no iba ser menos que Cuenca, Anaitasuna, Granollers, Nava, Ademar, Huesca, Aranda, Benidorm, Guadalajara y Cangas. Vendieron cara su derrota los cordobeses, que demostraron tener un bloque bien armado, con recursos suficientes para jugar una competición distinta a la que vienen jugando (12º clasificado).

El Recoletas necesitó de pico y pala, también de la mejor versión de Bar en portería, para continuar invicto como local y de paso mantener el pulso con Torrelavega por la cuarta plaza.

Le costó al Recoletas dar la primera palada. Tardó en subirse hasta arriba la cremallera del mono de trabajo, aunque cuando lo hizo, la respuesta fue todo lo contundente que permitió la superioridad numérica con la que se empleó del minuto 6 al 11. En ese tramo, un parcial favorable de 6-1 (en 6 minutos) no solo volteó el ímpetu de salida de su rival sino que le dio una máxima renta de cuatro goles (7-3), coincidiendo con el tiempo muerto de Paco Bustos.

No duró mucho el control de los locales, prácticamente lo que tardó en volver la igualdad numérica. De poco le sirvió al Recoletas la labor de 'mosca puñetera' de Miguel Camino en el avanzado, puesto que Ledi se echó el ataque a la espalda para minimizar el golpe y devolver a Puente Genil al partido. Sin muchos más argumentros que sus poderosos brazos a ambos lados de su ataque (Ledi a izquierda y Mosquera a la derecha), el conjunto andaluz recuperó sensaciones, al mismo tiempo que endurecía el partido atrás con Dani Ramos y Sousa echando cemento en seis metros.

De nuevo sin el concurso de Alejandro Pisonero, el Recoletas trataba de poner cabeza como contrapeso al físico de su rival, y eso pasaba por buscar posiciones ventajosas para Álvaro Martínez en el pivote (4 goles en la priemra parte). En esa fuga se iba a intentar afanar Puente Genil tras el descanso, y durante muchos minutos le dio resultado llegando a ponerse por delante en el minuto 40 (14-15).

Superado el ecuador de la segunda parte, y con la temperatura subiendo por momentos, iba a emerger la figura del 'octavo' jugador. Huerta del Rey se remangó como en sus mejores tiempos para llevar en volandas a los de Pisonero. Con el equipo atascado (5 penaltis fallados) y el marcador en el alambre (21-20, minuto 52), tocaba apretar... ¡Y vaya si apretó! Sin llegar a bajar al barro, la grada consiguió acelerar las posesiones visitantes, lanzó incluso un par de contrataataques y acciones de dos canteranos como Miguel Camino y Pablo Herrero, levantó el brazo de los colegiados en más de una ocasión, evitó también algún que otro pasivo al otro lado de la pista... y uno diría que hasta desvió algún lanzamiento visitante.

En ese contexto, el objetivo de puntuar era poco menos que imposible para Puente Genil, que por si fuera poco se iba a topar con la mejor versión de Juan Bar en portería para acabar hincando la rodilla a tres minutos del final (26-22).