El pasado martes 22 de julio un hombre de unos 50 años de edad fue apuñalado por otro en Artà. La víctima, que no sufrió heridas graves, convivía con el agresor en la Calle del Mestral. Sin embargo, la casa es propiedad un varón de unos 60 años de edad que padece esquizofrenia. Este hombre habría estado alquilando su casa ilegalmente a otras personas, que han causado muchas molestias a los vecinos de la zona.
Los vecinos, tras el incidente del apuñalamiento, denunciaron la situación que han estado viviendo en ese lugar. Se quejaron de que en la vivienda se han alquilado ilegalmente habitaciones a todo tipo de personas, la mayoría con pocos recursos económicos. La transacción no es económica sino que, según aseguran los residentes, el dueño les dejaba quedarse algunos días a cambio de sustancias estupefacientes como marihuana, pastillas o cocaína.
Clara, nombre ficticio, explicó: «Hemos tenido muchos delitos aquí. Alquilaba las habitaciones a toda clase de delincuentes que pasaba». También manifestó sentir «mucho miedo» porque tiene hijos pequeños.
Otra vecina quiso recalcar que el dueño no era una persona mala, sino que estaba profundamente afectado por su enfermedad. «A nosotros nos saludaba, aunque hace varios años creemos que entró a robar en casa de vecinos». Según Julia, el problema era «el tipo de personas a las que alquilaba la casa, pocas cosas han pasado».
La Policía Local acudiendo al lugar para transportar al dueño a una residencia.
Tal y como pudo saber Ultima Hora, el dueño estaba bajo la tutela de la fundación ALDABA, cuyo objetivo es ayudar a los ciudadanos «más desprotegidos». El propietario fue finalmente trasladado el pasado viernes 25 a una residencia especial para ser tratado. La casa fue cerrada con un candado. No obstante, Juan, nombre ficticio, otro hombre que vive en la calle, cree que «esto no es una solución a largo plazo, porque el candado no sirve para nada, las personas que vivían allí entrarán».