Following violent incidents during a Colo Colo match against Fortaleza, the Superclásico between Colo Colo and Universidad de Chile was suspended. Authorities, primarily citing concerns for the safety of police officers and potential clashes between rival fan groups, made the decision. The funerals of two fans who died at the Colo Colo match will also be taking place on the same day, increasing safety concerns.
Colo Colo officials expressed support for the suspension, emphasizing the need for respect for the deceased fans. The club president even proposed the possibility of suspending upcoming centennial celebration events.
Universidad de Chile expressed disappointment, stating they had fulfilled all security requirements. They criticized the suspension as a victory for violent fans who had pressured for cancellation.
Minister Luis Cordero justified the decision, highlighting police reports indicating safety risks and the need to show respect for victims' families. He emphasized that the government’s decision was not influenced by threats from Colo Colo's fan group.
This is the third Superclásico suspension this year, with previous instances caused by the inability to find a neutral venue and stadium availability issues. It adds to a pattern of game suspensions for Colo Colo due to violence.
No se juega el Superclásico. Luego de los hechos de violencia ocurridos este jueves en el estadio Monumental, en el contexto del partido ente Colo Colo y Fortaleza, las autoridades determinaron suspender el encuentro de la U con los albos, programado para mañana, a las 16.00 horas.
A primera hora, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, había condicionado la realización del duelo al informe que emitiría Carabineros. Finalmente, el estudio realizado por la policía concluyó que no están las condiciones para desarrollar el encuentro del domingo, en el Estadio Nacional. ¿La razón? Los uniformados temen por su integridad por los últimos sucesos que han ocurrido. “Están expuestos”, dicen. Durante las últimas horas, además, han existido amenazas de la Garra Blanca, que prometió venganza por lo ocurrido en Macul.
Hay más antecedentes. El mismo día del partido, se desarrollará el funeral de los dos hinchas fallecidos en el Monumental, lo que generaría un riesgo aún mayor frente a la posibilidad de que las barras del Cacique y de la U se topen en los diferentes trayectos.
Las señales de la postergación del tradicional encuentro llegaron desde temprano. Pablo Milad, el presidente de la ANFP, se puso en contacto con Aníbal Mosa, el timonel del Cacique. Ambos lamentaron lo sucedido e intercambiaron opiniones. El curicano le adelantaba al dirigente albo las dificultades que existían para realizar el cotejo contra los azules.
Desde Colo Colo no había intención de disputar el partido. “No se debería jugar”, dijo el presidente del Club Social y Deportivo, Edmundo Valladares. “Es el día más triste que tiene la institución. Lo aconsejable no es jugar, por respeto a la familia de los fallecidos”, complementó. El timonel fue más allá y abordó cómo cambia el centenario del club tras los sucesos. “Es muy difícil celebrar. La conmemoración siempre debe estar, pero será distinto porque estamos viviendo el duelo institucional más triste de la historia”, señaló. Este viernes, incluso, entre los mismos directores ya empezaron a debatir sobre la idea de suspender las actividades programadas para la próxima semana por los 100 años del club. Los jugadores, en tanto, no entrenaron.
En la vereda de la U intentaron hasta el final que se jugase el compromiso. Incluso, funcionarios del club llegaron cerca de las 9 de la mañana al Estadio Nacional para seguir trabajando en el plan de seguridad autorizado en días previos. Este contemplaba cuatro anillos de seguridad, 500 guardias privados y la presencia de 790 uniformados. Al enterarse de la suspensión, los azules lanzaron un duro comunicado. “Sentimos que esta suspensión del Superclásico es un triunfo para los violentos que no quieren que se desarrolle el fútbol. Son quienes han presionado y amenazado para que este partido no se juegue y que, lamentablemente, ganaron una vez más”.
En un punto de prensa durante la tarde, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, fundamentó la decisión. “Teniendo en consideración algunas informaciones complementarias que las policías han reunido en estas horas, y en concreto algunas áreas que pueden verse afectadas en la periferia de la Región Metropolitana, y por lo tanto que requieren de múltiples servicios, Carabineros de Chile ha recomendado no autorizar la ejecución de este partido este día domingo”, dijo el funcionario de gobierno.
En ese sentido, apuntó que “la conclusión de dicho informe, que el Ejecutivo considera adecuado y que comparte por las condiciones que se encuentran ahí señaladas, es que para el partido del día domingo no se puede realizar. Y en consecuencia, el delegado presidencial de la Región Metropolitana (Gonzalo Durán) ha sido instruido en el propósito de comunicar a los organizadores del evento que dicho partido se suspende”.
Y luego, agregó: “Pero adicionalmente creo conveniente también tener presente que, en el momento en que se ha hecho el evento, que en una señal de respeto hacia las víctimas y sus familiares, cuyos funerales se realizarán también este día domingo, el Ejecutivo considera que este último aspecto también es una cuestión de consideración que debe tenerse presente para la ejecución de dicho evento deportivo”.
“En nuestra opinión, el fútbol no admite ninguna víctima más. Y en consecuencia, como sociedad, estamos mandatados, no sólo el Estado, no sólo los organizadores, sino que también los hinchas, a no seguir generando condiciones de riesgo para que ocurran situaciones como las del día de ayer, especialmente cuando pueden sufrir víctimas o de lesiones graves o, derechamente, el fallecimiento como ocurrió el día de ayer”, recalcó el titular de Seguridad. Para cerrar, aseguró que las amenazas de la barrabrava del Cacique no influyeron en la decisión final: “Ni el Ejecutivo ni Carabineros de Chile sienten temor por esos mensajes”.
La suspensión del Superclásico es la tercera del año para un partido de esta categoría. El enfrentamiento que debían disputar en el verano, válido por la Supercopa, tampoco pudo llevarse a cabo, en ese momento por la imposibilidad de encontrar un recinto neutral que estuviera dispuesto a recibir a los dos equipos. Precisamente existía temor por parte de las autoridades de cara a eventuales enfrentamientos.
Además, sigue pendiente el duelo entre los albos y Universidad Católica, que se suspendió a principios de marzo por falta de estadio para disputar el cotejo.
El del jueves es un nuevo episodio de violencia para el Cacique, que en los últimos años no ha podido terminar partidos en más de una ocasión. El más reciente había sido en la Supercopa de 2024, ante Huachipato, cuando una invasión en la recta final del duelo obligó a la suspensión del mismo. Finalmente, el certamen se tuvo que cerrar casi 10 meses después, a puertas cerradas, en Rancagua.
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