Las autoridades están intentando ubicar a los padres del  pequeño Lyan Hortúa, el niño de 11 años que permaneció 18 días secuestrado tras ser sacado por un escuadrón armado de su casa en Jamundí (Valle) y liberado el pasado miércoles 21 de mayo.

Con sus testimonios se busca establecer la verdad detrás del plagio del niño que fuentes extraoficiales, incluso, han intentado atribuirle a una supuesta alianza de la mafia debido a los nexos criminales de su padre biológico José Leonardo Hortúa, alias Mascota, con capos del Valle.

El dossier reservado

EL TIEMPO reveló desde el primer día del secuestro de Lyan que 'Mascota' había sido asesinado en un consultorio odontológico y que tenía procesos que lo vinculaban con crímenes atribuidos a la banda criminal 'Los Rastrojos'.

Sin embargo, la evidencia en poder de las autoridades -incluidos audios, chats y fotos- señalan que el autor intelectual y material del secuestro de Lyan es el frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc, bajo el mando de Jairo Ramírez.

EL TIEMPO accedió en exclusiva a audios que están en poder de las autoridades en donde un familiar de Lyan (al parecer su padrastro Jorsuar Suárez), habla con un sujeto que se identifica como "Jairo Ramírez, comandante del frente Jaime Martínez".

Este diario también accedió a la bitácora del secuestro que incluye las pruebas de supervivencia que le enviaron a la familia y fotos inéditas de la liberación de Lyan en donde aparece el primo de su padrastro, Jesús Antonio Cuadros Osorno.

La camioneta Sahara

Según la bitácora, la denuncia inicial de la familia de Lyan fue que hombres armados habían entrado a la casa y se habían robado la camioneta Toyota Sahara en la que rueda su padrastro, el administrador de las joyerías Jorsuar Joyeros.

Incluso, este admitió que cuando los hombres ingresaron a la casa, él cogió a uno de sus hijos de brazos y alcanzó a dispararle a los sujetos. 

Todo el mundo creía que iban por la camioneta, pero luego cuando vieron las cámaras de seguridad descubrieron que se habían llevado a Lyan, quien estaba jugando en la parte inferior de la lujosa casa. Y ahí empezó la negociación. 

EL TIEMPO estableció que los secuestradores se llevaron el celular de Angie Vanessa Bonilla, la madre de Lyan, y que lo utilizaron para enviar una prueba de supervivencia del niño.

"Mi nombre es Lyan Hortúa. Hoy es 4 de mayo y son las 4 de la tarde. Estoy retenido", se repetía una y otra vez. 

Después hicieron saber que esperaban que el padrastro y la madre del niño se presentaran a un sector del Santander de Quilichao (Cauca), para hacer un intercambio. Pero autoridades le dijeron a la familia que no accedieran y tan solo le mandaron medicamentos al niño.

'Les hacemos inteligencia'

Según la bitácora, la negociación se estancó unos días hasta que llegó un mensaje al celular de la abuela con la voz del niño: "Yuyu contesten que es para que vengan a recogerme".

EL TIEMPO revela en exclusiva la conversación que uno de los familiares del niño tuvo con el hombre que se presentó como Jairo Ramírez.

Jairo Ramírez: "¿Con el familiar de Lyan? Estamos cuadrando para hacer la respectiva entrega. Entonces necesitamos ese tema. Necesitamos coordinar ese tema. Habla con Jairo Ramírez. La idea es que pueda venir por acá para hacer la respectiva entrega del menor. Con Jairo Ramírez, comandante acá del frente Jaime Martínez. La idea es cuadrar un espacio que nos podamos entrevistar por acá en un punto pa' los lados del Cauca", se escucha en el audio en poder de EL TIEMPO. 

Y se agrega: "Lo que pasó fue un incidente por ahí creo que las unidades nuestras se confundieron y pues hicieron un procedimiento mal hecho. Que la verdad pues ya en ese orden de ideas toca proceder a su devolución. Entonces en ese orden de ideas es que estamos coordinando para su respectiva devolución y todo eso". 

En el audio, el sujeto también asegura: "Sí, o sea, por el tema nosotros le garantizamos la seguridad, entonces pues estamos mirando eso, la idea es coordinar a través de la Cruz Roja y si se puede por ese lado también para hacer eso. (...) Nosotros ya tenemos el contacto de la Cruz Roja. Entonces ya estamos coordinando con ellos para mirar ese procedimiento. (...) La idea es entregarle todo, nosotros no necesitamos pegarnos de nada. Igual ya aquí hablamos bien". 

Escuche el audio a continuación.

¿Cuánto se pagó?

EL TIEMPO estableció que inicialmente le habrían pedido a la familia 3 mil millones de pesos. Pero que allegados hicieron saber que no tenían dinero. 

"Vamos a vender el carro rosado (el BMW de la mamá de Lyan) y por favor devuélvanos la camioneta Sahara para poder venderla. A nosotros nos robaron una joyería hace 8 meses. Debemos el carro y la casa es alquilada", se escucha en otro audio en manos de las autoridades.

Aunque el padrastro de Lyan lo niega, autoridades buscan establecer si es cierto que la guerrilla le habría hecho 3 citaciones para hablar con él y que el objetivo del secuestro era él y su esposa Angie.

EL TIEMPO estableció también que una junta de acción comunal de un municipio cercano a donde estaba el jefe guerrillero fue clave para que una allegada a Lyan fuera hasta el campamento y supuestamente negociara en 300 millones de pesos la libertad del menor.

"El niño no estaba en esa zona. Al parecer lo tenían cerca al mar, en el Naya. Si usted ve el mapa, por Santander de Quilichao y por el Tambo (Cauca), es más fácil llegar a Jamundí", le dijo a EL TIEMPO un investigador.

EL TIEMPO también accedió a la foto en la que Jesús Antonio Cuadros, el primo del padrastro de Lyan, se ve con el menor minutos después del rescate. 

"Jesús Antonio se encargó de la liberación del niño que estaba en poder de la guerrilla. No es cierto lo de la tal alianza mafiosa y pronto se sabrá que detrás de la muerte de Jesús Antonio Cuadros hubo otros móviles", le dijo a EL TIEMPO un allegado a la familia.

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