The article reports on the killing of emerald businessman Hernando Sánchez in Bogotá, Colombia. His associates have remained tight-lipped, citing security concerns. Preliminary investigations suggest he was killed by a sniper.
Sánchez, known as the 'czar' of the emerald business, was shot in his home, a residence previously associated with another emerald dealer's murder, Juan Sebastián Aguilar, alias 'Pedro Pechugas'. The Fiscalía General de la Nación is now handling both cases.
While Sánchez had some legal processes concerning land disputes, his associates stated that he did not have significant outstanding debts. The article highlights the secretive nature of the emerald business and its associated violence.
No han pasado 24 horas desde que se conoció el asesinato del poderoso esmeraldero Hernando Sánchez al norte de Bogotá, y ya sus allegados y familiares han preferido manejar el tema con estricta reserva, debido a la magnitud de lo que representa este nuevo ataque al gremio del llamado 'oro verde'.
Sánchez, considerado el 'zar' de este negocio tras la muerte en 2013 de Víctor Carranza, murió producto del disparo de un francotirador que desde los cerros orientales, según las hipótesis preliminares, se habría dirigido a él, quien estaba en su casa del conjunto Bosques del Marqués, ubicada en la carrera séptima con calle 138.
El hecho generó la reacción inmediata de agentes de la Policía, que se acercaron al lugar, así como del CTI de la Fiscalía, que está a cargo de desmantelar quién estuvo detrás de este crimen en esa unidad residencial, donde en agosto del año pasado también fue asesinado un esmeraldero: Juan Sebastián Aguilar, alias Pedro Pechugas. De hecho, Sánchez fue impactado por el francotirador en la casa del lado.
EL TIEMPO habló con una persona que alcanzó a compartir varios espacios privados con el 'zar' de las esmeraldas, quien dijo que por motivos de seguridad, prefiere no dar su nombre. Y es que según su relato, no ha estado cerca de los acontecimientos de las últimas horas, resaltando que todo se ha mantenido muy en reserva, hasta la fecha y lugar del velorio.
Sobre la víctima, contó que la última vez que se vieron fue hace 20 días, y que la notó normal: "él estaba bien". Es decir, no le habló de alguna amenaza o temor en su contra, y que tampoco le manifestó alguna molestia de salud o con sus escoltas.
Asimismo, que mientras sus negocios en el sector de las esmeraldas andaban, a nivel judicial Sánchez no tenía vigentes grandes deudas, aunque sí algunos procesos por invasión de tierras.
De acuerdo con el relato de este allegado, el esmeraldero vivía hace cerca de cuatro años en Bosques del Marqués, aunque no conocía bien de la relación que tenía en los últimos meses con Juan Sebastián Aguilar, alias Pedro Pechugas. Incluso, a nivel personal, quien habló con este diario resaltó no haber tenido cercanía con Aguilar.
Un abogado que años atrás le llevó algunos procesos preliminares a Sánchez por presunto lavado de activos, le dijo a EL TIEMPO que lo que recuerda de su cliente es que era una persona terca y a veces difícil en el trato, aunque terminaron bien los acuerdos a los que llegaron.
La Fiscalía General de la Nación decidió acumular el caso de Juan Sebastián Aguilar con el de Hernando Sánchez, por eso se lo designó a la misma fiscal de la Unidad de Vida de Bogotá, la cual ya tiene las fotos e informes del levantamiento de cuerpo hecho por el Cuerpo Técnico de Información (CTI).
Tras seis meses de pesquisas por la muerte de Aguilar, el ente acusador mantiene este proceso en una fase inicial de indagación, sobre la cual aún no hay mayores resultados a nivel de capturas.
Carlos López - Justicia - @CarlosL49 - carben@eltiempo.com
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