Manto de silencio y "vergüenza" en el PSOE ante las nuevas revelaciones sobre Ábalos


The PSOE party is grappling with the fallout from new revelations about José Luis Ábalos's alleged corrupt activities, causing widespread shame and concern within the party.
AI Summary available — skim the key points instantly. Show AI Generated Summary
Show AI Generated Summary

Es costumbre en muchas familias eludir los asuntos dolorosos, acallarlos, para no revivir el daño. Al PSOE le ocurre eso con José Luis Ábalos. El último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil no ha hecho más que acrecentar este trauma. Los datos sobre el enchufe de otra mujer en una empresa pública, que dos años antes de su contratación había sido Miss Asturias, y que se añaden a todo lo conocido sobre Jésica, han supuesto otro duro golpe para el socialismo.

Estos turbios asuntos y todos sus chanchullos con Víctor de Aldama suponen un perjuicio enorme para las siglas que Ábalos representó como secretario de Organización y ministro de Transportes, que los propios socialistas admiten sin ambages. La vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, lo hizo recientemente en Lo de Évole. "¿Cuánto daño les está haciendo esto?", le preguntó el periodista. "Mucho, mucho. No es un dirigente cualquiera", contestó ella.

Este fin de semana, el portavoz parlamentario en el Congreso, Patxi López, asumía también en RNE que el caso Ábalos "les preocupa" y "no les gusta nada". Precisamente por esta inquietud y por la "decepción" de mucha gente con su comportamiento, ha desaparecido de la conversación interna.

Hace tiempo, explica un diputado, que ya "no se comenta nada" en el grupo parlamentario. Todos "seguimos muy afectados" y existe una sensación general de "vergüenza", en todas las capas del PSOE. Cuando hace 14 meses Pedro Sánchez forzó la salida de Ábalos y él se refugió en el grupo mixto para seguir aforado, hubo personas que pensaron que se precipitaba. No había sido imputado y se le exigía el escaño por responsabilidad política ante los trapicheos cometidos por su asesor de confianza, Koldo García, investigado ya judicialmente. Pero, hasta quienes entonces avalaron la decisión sin una sola duda, se han visto sobrepasados por todo lo que han destapado los tribunales.

"Pero, ¿qué tenía en la cabeza?", exponen fuentes socialistas. Y cómo podía pensar, prosiguen, que "no le iban a pillar". Internamente, se le echa además en cara, que extendiera los tentáculos de la trama de las mascarillas a otras autonomías y pusiera en apuros a compañeros como Francina Armengol o Ángel Víctor Torres.

Han sido tantas las trapacerías que han visto la luz que nadie pone la mano en el fuego por quien fuera número tres del PSOE. En el partido no se atreven a opinar si Aldama o sus socios le pagaron o no tal o cual chalé y otras prebendas por pura desconfianza.

El propio Ministerio de Transportes se ha visto cuestionado al apuntar que Jésica pudo mentir cuando aseguró ante el juez que no acudía a trabajar. La administración sostenía que había constancia documental de sus jornadas pero, según revela ahora la UCO, los formularios los rellenaba el hermano de Koldo. El daño que ha hecho Ábalos se extiende incluso a la reputación de las empresas públicas. Pero en el Gobierno se escudan en que no falló el sistema si no el ministro, que presionó a sus subordinados para que emplearan al menos a dos mujeres de su órbita.

Fuentes del Ejecutivo señalan que el presidente está "muy jodido" con quien fuera su hombre de confianza pero niegan que lo sacara del Gobierno, en la crisis de julio de 2021, por los tejemanes en el Ministerio. Lo que sí admiten es que sabían de su "vida disoluta". En el PSOE ven en esto el gran error de Sánchez. Cómo pudo aupar a la secretaría de Organización a un dirigente que no era precisamente alguien volcado en el trabajo y hacerlo después ministro.

Quienes le trataron cuando comenzó su andadura como diputado en Madrid en 2009, destacan que ya entonces debían estar pendientes permanentemente de él para que estuviera presente en las votaciones. El PSOE, en la segunda legislatura con José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa, contaba con 169 diputados, le hacía falta el respaldo al menos siete diputados de otros partidos y que estuvieran todos los suyos. "Siempre había que llamar a Ábalos", relatan.

De parlamentario casi anónimo pasó a ser unos de los principales apoyos de Sánchez, cuando este fue defenestrado de la secretaría general por sus propios correligionarios. Con su segunda victoria, Ábalos se convirtió en una persona de su absoluta confianza. Ahora es uno de los mayores motivos de "bochorno" del PSOE.

Es costumbre en muchas familias eludir los asuntos dolorosos, acallarlos, para no revivir el daño. Al PSOE le ocurre eso con José Luis Ábalos. El último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil no ha hecho más que acrecentar este trauma. Los datos sobre el enchufe de otra mujer en una empresa pública, que dos años antes de su contratación había sido Miss Asturias, y que se añaden a todo lo conocido sobre Jésica, han supuesto otro duro golpe para el socialismo.

🧠 Pro Tip

Skip the extension — just come straight here.

We’ve built a fast, permanent tool you can bookmark and use anytime.

Go To Paywall Unblock Tool
Sign up for a free account and get the following:
  • Save articles and sync them across your devices
  • Get a digest of the latest premium articles in your inbox twice a week, personalized to you (Coming soon).
  • Get access to our AI features

  • Save articles to reading lists
    and access them on any device
    If you found this app useful,
    Please consider supporting us.
    Thank you!

    Save articles to reading lists
    and access them on any device
    If you found this app useful,
    Please consider supporting us.
    Thank you!