Hernando Sánchez, a prominent emerald businessman in Colombia, was assassinated on April 6th, 2024, in Bogotá. The method mirrored the killing of his associate, Juan Sebastián Aguilar ('Pedro Pechuga'), eight months prior, leading investigators to believe the same criminal organization is responsible.
The DEA, already investigating emerald-related money laundering, is actively seeking information about Sánchez's death. Both Sánchez and Aguilar were executives at Esmeraldas Santa Rosa, a company connected to the legacy of Victor Carranza, a notorious emerald kingpin.
The article suggests a pattern of targeted killings. A list of assassination targets, allegedly compiled by the ‘Pedro Orejas’ drug cartel, indicates that those named have subsequently been murdered. Authorities are concerned about escalating violence linked to emerald trafficking and narco-traffickers employing private armies and hit squads.
Sánchez had survived previous assassination attempts, and there are fears of a renewed 'green war', recalling the bloody conflicts of the 1980s and 1990s. The killing has sparked a joint operation in Bogotá and Boyacá to apprehend those responsible and prevent further violence.
A las 3:47 de la tarde de ayer, 6 de abril, allegados al poderoso esmeraldero Jesús Hernando Sánchez Sierra llamaron de manera urgente a una ambulancia y a la Policía.
Según el reporte oficial, al que EL TIEMPO tuvo acceso, informaron que Sánchez, de 62 años, acababa de recibir un disparo en el pecho y estaba tendido en el piso de la entrada de su residencia, ubicada al norte de Bogotá.
Inicialmente, se creyó que la dirección suministrada estaba errada porque correspondía al mismo lugar –Bósques del Marqués– en donde hace 8 meses asesinaron al amigo y socio de Sánchez: el también comerciante de gemas Juan Sebastián Aguilar, ‘Pedro Pechuga’.
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Sin embargo, investigadores le confirmaron a EL TIEMPO que Sánchez fue asesinado por una organización criminal que calcó el mismo mecanismo usado para matar a ‘Pedro Pechuga’ el pasado 7 de agosto de 2024.
“El patrón criminal es el mismo. Es el segundo asesinato con francotirador en Bogotá en menos de 8 meses. El sicario de Sánchez se ubicó en los cerros orientales y le disparó en el pecho, igual que pasó con el señor Aguilar”, aseguró uno de los miembros de policía judicial que ya asumió la investigación.
De hecho, EL TIEMPO estableció que, de manera inmediata, agentes de la DEA que vienen recibiendo información de comerciantes legales de gemas sobre operaciones de lavado de la mafia a través de esmeraldas colombianas solicitaron información sobre el asesinato de Hernando Sánchez.
Este último, al igual que ‘Pechuga’, aparecían como directivos de la empresa Esmeraldas Santa Rosa, en donde figuran como socios los herederos del otrora poderoso zar de las esmeraldas, Víctor Carranza Niño, y los Molina, herederos de Gilberto Molina, asesinado en la llamada masacre de Sasaima en 1989.
“La casa de don Hernando quedaba al lado de la de Pedro, pero más hacia la loma. Las compraron casi al tiempo para cuidarse mutuamente y para coordinar los esquemas de seguridad”, le dijo a este diario un allegado del esmeraldero.
Y agregó que allí vivía con su joven esposa –con quien se había casado hace cerca de tres años– y con su pequeña hija, a quien ‘Pedro Pechuga’ la había apadrinado.
El asesinato se conoció casi de inmediato en la zona esmeraldera de Muzo, en donde temen que con el crimen de Sánchez se desate de nuevo la llamada ‘guerra verde’, que dejó una estela de muerte en los años 80 y los 90.
La Fiscalía avanza en la investigación del crimen de ‘Pedro Pechuga’, y en la zona esmeraldera de Boyacá dan por hecho que los autores intelectuales del asesinato de Sánchez son los mismos.
En efecto, EL TIEMPO reveló en exclusiva desde el año pasado un listado de objetivos militares que se confeccionó en la cárcel La Picota antes de que se extraditara a Estados Unidos al clan de ‘Pedro Orejas’, en donde purgan penas por narcotráfico.
Y todos los que aparecen en ese documento han ido siendo asesinados, uno a uno.
Fuentes en Boyacá le dijeron a EL TIEMPO que las autoridades no han tomado en serio la guerra que se está gestando en lo que denominan los narcoesmeralderos del país, que cuentan con ejércitos privados (amparados en agencias de vigilancia) y en oficinas sicariales, como la de San Andresito de la 38.
“A don Hernando Sánchez ya lo habían intentado asesinar en un exclusivo almacén de la zona T de Bogotá, y ahí perdió uno de sus ojos y un riñón. Además, ustedes mismos (EL TIEMPO) revelaron otro plan de la oficina sicarial de San Andresito de la 38 para asesinarlo con un rocket en su oficina del centro de Bogotá”, recordó un allegado a Esmeraldas Santa Rosa.
De hecho, a ‘Pedro Pechuga’ también lo intentaron matar en octubre de 2023, en la sede de la empresa, en el exclusivo sector de Santa Bárbara. En esa ocasión, también fue mediante francotirador, pero la Fiscalía abrió investigación por daño en bien ajeno.
Tras este nuevo crimen, se va a desplegar un operativo en Bogotá y en la zona esmeraldera de Boyacá con dos fines: dar con los responsables del asesinato de Sánchez y contener una ola de violencia que se puede desatar.
UNIDAD INVESTIGATIVA
u.investigativa@eltiempo.com
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