Costa Rica heavily relies on the US as its main trading partner, a relationship solidified by the CAFTA-DR trade agreement. However, new protectionist measures from the US threaten this dependence.
Experts suggest that Costa Rica's efforts to diversify its export markets are insufficient. While the country exports to over 150 destinations, the US still receives 47% of Costa Rican exports.
Economists suggest focusing on markets with significant potential: Asia (Japan, China, Singapore), and strengthening relations with existing partners like Canada and the EU. Central America and the EU remain key markets, though regulatory harmonization is crucial for growth.
The article highlights the need for:
Costa Rica's competitiveness requires addressing challenges in education, human talent, rule of law, and reducing production costs.
The nearshoring model has significantly increased US investment in Costa Rica. Experts emphasize the need for Costa Rica to adjust its investment attraction policies to attract more diverse foreign investments beyond nearshoring.
Con sus 340 millones de habitantes y su poderosa economía, Estados Unidos es un gran mercado que se consolidó como el principal socio comercial de Costa Rica hace varias décadas y más aún desde el 5 de agosto de 2004, cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y EE. UU. (CAFTA-DR), el cual eliminaba las barreras a las exportaciones entre las partes.
La aspiración de los negociadores era muy clara: “La intensa labor llevada a cabo por más de un año produjo como fruto un acuerdo comprensivo y balanceado a través del cual se eliminarán los aranceles y otras barreras al comercio de bienes y servicios entre los países, brindando un marco adecuado para mejorar y aumentar las exportaciones de Costa Rica al principal mercado del mundo y para promover la inversión, el crecimiento económico y nuevas oportunidades de empleo en el país”, describe el documento explicativo publicado entonces por el Ministerio de Comercio Exterior (Comex).
Han transcurrido 16 años desde que entró en vigencia el tratado, en 2009, y hoy EE. UU. recibe el 47% de las exportaciones costarricenses, lo cual significó un monto de $10.227 millones en 2024. Sin embargo, la apertura construida a partir del CAFTA-DR cambiará debido a las medidas proteccionistas anunciadas por el presidente Donald Trump el pasado 2 de abril, incluyendo a Costa Rica en la lista de países que deberán pagar un nuevo gravamen del 10%.
Si bien es innegable que este seguirá siendo un socio de gran peso para el país, por su cercanía geográfica y por la fuerte relación que ya existe entre ambos mercados, las nuevas reglas impuestas por Washington hacen resurgir un debate que ya se ha generado en otras ocasiones: ¿puede Costa Rica reducir su dependencia comercial con respecto a Estados Unidos?
Aunque el país ha realizado importantes esfuerzos para diversificar mercados y ya exporta a más de 150 destinos, varios expertos consultados por El Financiero consideran que los resultados aún son insuficientes y que este es un buen momento para fortalecer la relación con otros socios comerciales, explorar nuevos mercados y crear las condiciones necesarias para que el sector exportador logre afrontar con éxito la coyuntura actual.
“Costa Rica ya ha demostrado su capacidad para adaptarse a cambios estructurales, como cuando hizo la transición del modelo de sustitución de importaciones hacia un modelo exportador basado en la apertura comercial. A través de una oferta exportable más diversificada y con nuevos destinos, es posible avanzar hacia una menor dependencia de un solo mercado, siempre que se acompañe de políticas de promoción, inteligencia de mercados, facilitación del comercio y acompañamiento empresarial”, afirmó Víctor Pérez, presidente de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco).
En la actualidad, cerca del 90% de las exportaciones costarricenses se genera bajo 19 acuerdos comerciales vigentes con distintos países o regiones, tales como Canadá, Chile, China, Colombia, Corea, la Comunidad del Caribe (Caricom), México, Perú, Reino Unido, Singapur y la Asociación Europea de Libre Comercio, entre otros. Se espera que los tratados recientes y aquellos que están en proceso de negociación contribuyan a ampliar la presencia en otros mercados.
Precisamente, Comex destacó estos acuerdos como parte de las acciones prioritarias que seguirá el país para hacer frente a los nuevos aranceles impuestos por EE.UU.
“Desde este ministerio continuamos con la estrategia establecida por el gobierno de la República para diversificar mercados, con el fin de promover una mayor inserción de nuestra economía en el mundo. Tal es el caso de los acuerdos con Ecuador, los Emiratos Árabes Unidos, las negociaciones en curso con Israel, así como las discusiones para sumarnos al Acuerdo Transpacífico”, dijo Manuel Tovar, ministro de Comercio Exterior, por medio de un comunicado.
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Añadió que la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) trabaja “intensamente” para seguir posicionando la oferta exportable del país en los mercados internacionales.
Este 9 de abril, el presidente Trump anunció una pausa de 90 días y un arancel recíproco sustancialmente reducido durante este período, del 10%, debido a que más de 75 países han solicitado negociaciones. Dado que Costa Rica ya estaba en la base del 10% desde el 5 de abril, de momento no se anticipan cambios, a falta de más detalle por parte del gobierno estadounidense.
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Para el economista Rodrigo Cubero, dada la relevancia del mercado estadounidense es poco probable que su peso en las exportaciones se reduzca en el corto plazo.
“Es razonable que Costa Rica explore nuevos mercados y vaya diversificándose, no porque quiera bajar su participación en el mercado norteamericano, sino porque quiere expandirse a otros mercados. En el mediano plazo sí es viable que el país empiece a tener socios comerciales que ganen peso en términos relativos. Eso es deseable, especialmente en el contexto de una economía estadounidense que se vuelve más proteccionista”, afirmó Cubero, expresidente del Banco Central y miembro de la empresa Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa).
Según datos de Procomer, en 2024 se reportó un crecimiento en las exportaciones hacia América del Norte, América del Sur y Europa de 13%, 10% y 10%, respectivamente, mientras que los envíos a América Central se incrementaron en 5% y al Caribe en 2%. Por el contrario, Asia presentó un desempeño negativo de (-)4%.
Marco Vinicio Ruiz, quien fue ministro de Comercio Exterior y embajador en la República Popular de China, aseguró que los mercados asiáticos poseen un gran potencial que Costa Rica debería aprovechar más.
“Costa Rica tiene una presencia muy tenue en esos mercados, principalmente Japón, China, Corea y otros países que pueden ser de gran interés, como Singapur, que es una base importante de operaciones. Se requieren mayores incentivos, más apoyo estatal y resolver problemas logísticos para que los productos costarricenses lleguen a esos mercados. Muchos productos del agro, con mejores condiciones de transporte, podrían ser más competitivos en esos mercados de mayor crecimiento”, sostuvo.
También destacó el potencial del acuerdo con Emiratos Árabes Unidos y apuntó que en la coyuntura actual se debería profundizar más la relación con actuales socios comerciales, como Canadá, Europa y algunos países de Suramérica, para darle un mayor peso a esos mercados como destinos de exportación.
Por su parte, el presidente de Cadexco afirmó que tanto Centroamérica como la Unión Europea continúan ofreciendo oportunidades para incrementar las exportaciones costarricenses.
Centroamérica se mantiene como el segundo mercado en importancia para el país: al cierre de febrero del 2025 las exportaciones a esta región representaron el 21% del total exportado, con un incremento de un 5% y más de $25 millones.
“Aún hay espacio para crecer, pero es necesario avanzar hacia una mayor armonización normativa regional, especialmente en temas aduaneros, de etiquetado, transporte y reglamentos técnicos centroamericanos, que a menudo representan barreras no arancelarias para el comercio intrarregional”, señaló Pérez.
Algo similar sucede con la Unión Europea, que es la tercera región en importancia para las exportaciones de Costa Rica, con un 19% del total exportado al cierre del mismo periodo.
En este caso, Pérez sostuvo que el potencial también es significativo, pero está condicionado al cumplimiento de nuevas normativas, particularmente las relacionadas con el Pacto Verde Europeo. “Si se logra una adecuada adaptación normativa y se mantienen altos estándares de calidad, la relación comercial y el volumen exportado a la Unión Europea se puede robustecer aún más”, aseguró.
Aunque se pueden tocar las puertas de nuevos mercados, mejorar las condiciones de otros a los que se exporta relativamente poco y aprovechar en mayor medida las ventajas que existen en diferentes regiones y países, el peso estadounidense en el comercio exterior de Costa Rica es contundente, está basado en décadas de relación y millones en inversiones. Por eso resulta difícil alejarse de ese mercado de la noche a la mañana, además de que probablemente tendría graves consecuencias a la economía local.
Además de diversificar y profundizar mercados, el país necesita ampliar su oferta exportadora y fortalecer su competitividad.
Desde Cadexco, Pérez señaló que Costa Rica debe priorizar acciones en áreas estratégicas, como el mejoramiento de la infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria. Asimismo, afirmó que la diversificación de la industria productiva constituye un elemento clave para fortalecer la competitividad.
“Resulta indispensable que el país adopte una estrategia integral basada en la innovación y la transformación tecnológica con el objetivo de elevar los niveles de productividad y optimizar procesos que les permita generar propuestas de valor diferenciadas que permitan una mejor inserción en los mercados internacionales. El sector exportador genera 700.000 empleos directos y para continuar siendo el motor económico del país requiere más competitividad y productividad”, añadió.
También se refirió a la necesidad de un tipo de cambio estable, que prevenga la volatilidad y favorezca la generación de empleos en todas las zonas geográficas del país.
Una ventaja de Costa Rica es que gran parte de su oferta exportadora está en el sector de servicios, que no resulta afectado por los aranceles impuestos a los bienes. En 2024, la exportación de bienes experimentó un crecimiento de 9%, mientras que la de servicios creció un 12%, según datos de Procomer.
La balanza comercial muestra que un 63% de las exportaciones costarricenses hacia EE.UU. corresponde a equipos médicos y de precisión. El sector agrícola ocupa el segundo lugar entre los envíos a ese destino.
El economista Ricardo Monge, director de la Academia de Centroamérica, señaló la trascendencia de mover la oferta exportable del país a servicios y a productos con un mayor valor agregado.
“El país debe apoyar a los exportadores costarricenses con recursos o actividades de investigación y desarrollo que les permitan innovar más y agregar valor a lo que producen, para poder competir internacionalmente con productos de mejor calidad, más sofisticados y con mejores nichos de mercado. Hay mucho por hacer en materia de incentivos e instrumentos financieros especializados, como capitales de riesgo o capitales semilla, para poder invertir en innovación”, aseguró.
En un reciente estudio que Monge realizó a solicitud de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se encontró que Costa Rica ocupa la posición número uno como exportador per cápita de servicios digitales en la región y el tercer lugar mundial como exportador de este tipo de servicios en términos absolutos, después de Brasil y Argentina.
“Costa Rica tiene casi la mitad de su aparato de exportación concentrado en servicios y sobre todo en servicios digitales, facilitados por las tecnologías de información y comunicación, como aquellos que se desarrollan en las zonas francas. Deberíamos fortalecer aún más las exportaciones de servicios y para ello tenemos que mejorar sustancialmente la disponibilidad del recurso humano calificado, así como el acceso a internet de banda ancha”, puntualizó.
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La actual dependencia del mercado estadounidense tiene un gran arraigo en el régimen de zonas francas, dado que muchas de las empresas que se establecen en ellas exportan a los Estados Unidos. Casi el 70% de las exportaciones costarricenses de bienes se realizan desde empresas en zona franca.
Asimismo, el peso monetario de EE.UU. en las exportaciones se triplicó en los últimos años a través del nearshoring, modelo que motiva a las empresas a trasladar operaciones desde otros países hacia uno más cercano a su principal mercado, para reducir costos.
“Sin duda un gran reto para el país será ajustar su política tradicional de atracción de inversiones, que en los últimos años se ha concentrado en atraer empresas que quieren exportar a los Estados Unidos para aprovechar el nearshoring”, señaló Ruiz.
Existe la expectativa de que las nuevas políticas de la administración Trump podrían crear una ventaja competitiva para Costa Rica, ya que el arancel de 10% establecido para el país es inferior al que se anunció para otras naciones.
“Creo que tenemos la oportunidad de posicionarnos como una ubicación interesante para empresas de otros países, especialmente los que sean afectados por aranceles más fuertes. Esta sería una forma de atraer más inversión extranjera para exportar, no solo a los Estados Unidos, sino también a otros mercados donde Costa Rica podría ir profundizando relaciones comerciales”, expresó Cubero.
Si bien es difícil saber si esa posible ventaja se mantendrá, ante los últimos cambios anunciados por Trump en la implementación de los aranceles, los expertos señalan que el país debe trabajar con urgencia en fortalecer aquellos factores que lo hacen atractivo para seguir atrayendo más empresas exportadoras.
“Tenemos que seguir fortaleciendo aquellas áreas que hasta ahora han distinguido a Costa Rica, como la educación, la disponibilidad de talento humano, la existencia de un estado de derecho y los niveles relativamente bajos de criminalidad. Todo esto desafortunadamente se ha deteriorado, pero son los pilares fundamentales sobre los que se asienta nuestra capacidad de atraer inversión extranjera”, dijo Cubero.
Reducir los costos de producción, revisar la matriz energética, eliminar distorsiones que incrementan el margen de intermediación financiera, impulsar el desarrollo de habilidades y mejorar la participación de la mujer en el mercado laboral, son otras prioridades mencionadas por los expertos para mejorar la competitividad del país y su capacidad de incursión en los mercados internacionales.
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