Nadie quiso pagar los 30 millones que costó su realización y los tuvo que poner su director, Mel Gibson. Luego, 'La Pasión de Cristo', a pesar de recaudar 612 durante su exposición en los cines, fue condenada al ostracismo. Juan Pablo II cuando la ... vio dijo: «Esto, esto fue lo que le hicieron». Esta película ha sido silenciada durante décadas. No se ha podido ver en ninguna plataforma. Esta Semana Santa ha vuelto milagrosamente a Netflix.
No quieren que veamos lo que le hicieron. No quieren que vivamos desde su dolor, por su llaga por la que fuimos curados. Para que vivamos reducidos a material fungible e intercambiable resulta imprescindible que nos sea extirpada nuestra trascendencia, la información de que alguien sufrió para rescatarnos y que todos y cada uno de nosotros, en nuestra singularidad sensible y creyente, por la fe y sólo por la fe, merecemos ser salvados.
'La Pasión de Cristo' va sobre la brutalidad de lo que le hicieron a Jesús y de lo que nos hacemos a nosotros mismo cuando vivimos de espaldas a la Cruz, a nuestra misión y a nuestro sentido. No quieren que veamos aquel linchamiento porque no quieren que veamos el nuestro. Una sociedad de personas conscientes de que vienen de un acto de amor, el mayor acto de amor del mundo, y que este acto las hace ilimitadamente libres, nunca más podría ser gobernada desde la fila india, la sumisión y la tiranía.
Por eso nos han mantenido alejados de 'La Pasión': para que borrado el recuerdo disipáramos las expectativas, para que olvidado el amor no viviéramos en la tensión de hacernos dignos de él. La progresiva eliminación de Dios de las aulas, de las celebraciones, de la vida es una devaluación del hombre por el hombre para que la libertad sea sustituida por el consumo.
Mel Gibson ha sido vanagloriado por sus prescindibles películas de acción y cancelado por sus dos obras maestras: 'La Pasión' en la que nos pone sin excusa ante el sufrimiento que nos fue ofrecido como prueba vinculante de un amor redentor y eterno; y 'Apocalypto', que detalladamente explica cómo la llegada de España y del cristianismo fue una liberación y no un castigo para los indígenas precolombinos, que vivían sometidos a sangrientos rituales de horror enloquecido. Acusan al director de violento y obsesivo cuando en realidad nos está advirtiendo de la obsesión y la violencia con que quieren separarnos de nuestra fortaleza para desmoralizarnos, controlarnos y exprimirnos. Hay dos grandes incomprensiones del hombre actual y ambas nos causan las más profundas heridas: la primera, que el nazismo es una forma de socialismo y que de ahí brota su pulsión asesina. La segunda, que amor y libertad son un solo don y que cuando Jesús pone tu mano en su herida no te está obligando a que sufras sino que se compromete contigo y te dice: «Hagas lo que hagas y seas lo que seas, no dudes ni por un instante de que mi amor por ti es infinito».
Skip the extension — just come straight here.
We’ve built a fast, permanent tool you can bookmark and use anytime.
Go To Paywall Unblock Tool