Además, en las líneas maestras del proyecto ya han quedado definidos los usos de los distintos edificios, que también albergarán un museo dedicado a la historia de la base y una cantina de estilo americano. Diversos espacios al aire libre completarán la oferta cultural y de ocio, incluyendo una zona de pícnic, miradores y un área para la observación del cielo nocturno. La previsión es recuperar los ocho edificios del complejo, que suman un total de 2.142 metros cuadrados. «Tenemos las ideas claras y lo que queremos hacer es un proyecto sostenible y adaptado a las necesidades de Menorca. Nos parece que los menorquines lo disfrutarán mucho», señala el presidente del Consell, Adolfo Vilafranca.

La licitación que se publicará ahora incluye la redacción del proyecto básico y de ejecución, el estudio de evaluación ambiental y el proyecto de actividades e instalaciones, así como la dirección de la obra. Todo ello cuenta con un presupuesto de 545.633 euros.

Casa de colonias

La previsión del Consell es que el espacio en la cima de S’Enclusa quede dividido en dos grandes zonas. La primera estará destinada a la casa de colonias, a la que se dedicarán hasta cuatro edificios, y tendrá un uso educativo y ambiental. El edificio principal tendrá capacidad para 56 personas, distribuidas en habitaciones de entre dos y seis camas. Habrá una zona común y de descanso, así como una recepción para el registro de los visitantes. También se contará con un almacén y una lavandería.

Como complemento a la zona residencial, se contempla habilitar otro edificio para albergar una sala de conferencias y una zona lúdica. Para ello, se dividirá la actual pista de squash en dos plantas y se instalarán escaleras y un ascensor.

El complejo se completará con un edificio destinado a la cocina y al comedor para los usuarios de la casa de colonias. Este edificio también albergará una tienda de productos locales y un punto de información y bienvenida.

Espacios expositivos

La otra gran área del recinto estará dedicada a la divulgación, con el centro de interpretación de la Reserva de la Biosfera como principal reclamo. A este se sumará un espacio expositivo que recuperará la historia de la antigua base americana.

En total, serán dos los edificios destinados a explicar la idiosincrasia de la Isla y su singularidad respecto a otros territorios. La idea inicial es que uno de los espacios esté dedicado al paisaje, la cultura y la gastronomía de la Isla mientras que el otro aborde la Reserva de la Biosfera, la Menorca talayótica y el Camí de Cavalls. «El centro de interpretación de la Reserva de la Biosfera será un espacio de referencia, porque hace 30 años que lo somos, pero todavía no existe un lugar concreto donde la gente pueda entender qué significa esto», afirma Vilafranca.

Además, el proyecto prevé la creación de una sala de memoria que permita recuperar la historia de la base militar, que vivió su auge durante la Guerra Fría y cerró sus puertas en 1993. La intención es ir más allá de una simple exposición de objetos y dar protagonismo a las historias personales de quienes estuvieron vinculados a la base. También se contempla la apertura de una cantina-cafetería, inspirada en las que se suelen encontrar en las bases estadounidenses.