La sensación de que el informe remitido por la UCO al Supremo podía convertirse en una bomba de racimo que golpease al PSOE en diferentes frentes empieza a cobrar fuerza. La salida de Alzórriz supone un golpe demoledor para el Gobierno de Chivite, que hace una semana compareció en rueda de prensa llorando y mostrando su decepción con Cerdán. El propio Alzórriz, el lunes, intentó marcar distancias con la supuesta trama corrupta, recalcó que no se podía dar pábulo a las «insinuaciones» y apeló a la «presunción de inocencia».

Servinabar es una firma que lleva meses en el ojo del huracán. Según el informe de la Guardia Civil, su actividad económica está «fuertemente ligada a una serie de adjudicaciones en Navarra». El informe añade que Joseba Antxon Alonso, «mediante la utilización de sus empresas, pudiera haber abonado contraprestaciones» a Koldo García y a José Luis Ábalos.

La obra de mayor cuantía adjudicada a Servinabar se firmó en 2024: el desdoblamiento de los túneles de Belate. Se hizo con el contrato por 76 millones en una UTE en la que también estaba Acciona, una compañía que hace unos días despidió a su responsable de Construcción en España ante la tormenta desatada en los últimos días.

Según señaló anoche el propio Alzórriz en una comparecencia de urgencia, fue él mismo quien le pidió a Alonso un puesto para su pareja porque en ese momento «tenía trabajo precario» y fue «entonces cuando empezó a trabajar en mejores condiciones».

El vicesecretario general y portavoz parlamentario del PSN, en todo caso, desvinculó esa contratación de cualquier tipo de amaño en las adjudicaciones y explicó que, tras conocer que Cerdán era propietario de parte de esta empresa, informó a Chivite que su pareja había estado trabajando en la compañía desde 2021 a 2024, «una información que la presidenta no sabía y que he considerado que debería saber».

Alzórriz es un hombre clave en la estructura del PSN. No solo maneja la estructura interna del partido en la comunidad, sino que ha sido el muñidor de los grandes acuerdos que han alcanzado los socialistas con EH Bildu en los últimos años. Sus reuniones con Miren Zabaleta, por ejemplo, fueron claves para impulsar la moción de censura en Pamplona que desalojó a UPN y llevó a la Alcaldía a Joseba Asiron.