Madres entre rejas: vida y horizonte de Maje | Las Provincias


The article details the life of a mother serving a prison sentence in Spain, focusing on the conditions of the specialized maternal unit and the challenges of separating children from incarcerated mothers.
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Justo en las fechas en las que Maje y Salva comenzaban a ser juzgados en Valencia echó a andar la Unidad de Madres Irene Villa. Fue en octubre de 2020 cuando este espacio arrancaba al lado de la cárcel alicantina de Fontcalent, pero con un planteamiento muy diferente al de una prisión convencional: abierto y mucho más ameno en comodidades, tranquilidad y servicios pensados para el buen desarrollo de los menores.

En España sólo hay cuarto edificios con similar filosofía en España y el alicantino es el más moderno y reciente. Los otros tres funcionan en Madrid, Sevilla y Palma de Mallorca, herederos de un intento de mejora de la vida de los hijos de presas que se remonta a los años 80. Según Instituciones Penitenciarias, al principio los niños vivían con las reas en sus módulos de mujeres, «sin suficiente espacio al aire libre, en antiguas celdas adaptadas y con poca libertad de movimientos». Fue en 2005 cuando, con buen criterio, se impulsaron las unidades de madres.

María Jesús Moreno quería ser madre joven. Y ese deseo que expresó a uno de sus amantes antes de que la detuvieran lo cumplió tres años después de su condena, en la cárcel de Picassent. Eso le produjo dos beneficios esenciales: acercarse a sólo 20 minutos de su familia en Novelda y disfrutar de esas ventajas de entorno y servicios con un grupo de mujeres de buena conducta y vida penitenciaria saludable, requisitos esenciales para que una reclusa pueda acabar en estas instalaciones.

Allí habita desde principios de 2023, cuando trascendió su embarazo en prisión. La actual legislación penitenciaria abre la puerta a la unidad de madres a presas que esperan un hijo, a partir del sexto mes de embarazo. También a mujeres penadas en segundo grado penitenciario y con hijos a su cargo, preventivas en algunos casos y, excepcionalmente, algunas en tercer grado.

El horizonte carcelario de Maje está ahora marcado por una fecha: julio de 2026. El verano próximo su hijo, sobre el que sólo ella tiene patria potestad, tendrá 3 años. Esa es la edad en la que, como norma general, un niño debe separarse de su madre presa para integrarse en una vida fuera del ámbito penitenciario. Suele ser con familiares próximos como abuelos o tíos. O con el cónyuge, si se da el caso.

Pero hay una salvedad a ese límite que remarcan fuentes de Instituciones Penitenciarias: «Excepcionalmente se permitirá la permanencia con sus madres hasta los seis años si se estima que es mejor alternativa para su desarrollo que la separación de la madre». Es decir, se evaluará en su momento por los profesionales del centro.

La segunda posibilidad es que la viuda vuelva a quedarse embarazada, pues actualmente sigue su relación sentimental con David M. R., el exconvicto que fue condenado a 15 años de prisión por el homicidio de un joven en Sueca en 2008. Él ya ha cumplido su pena y está en la calle. En caso de un nuevo embarazo obviamente la reclusa podría alargar su estancia en la unidad de madres, con tal derecho obtenido para el cuidado del segundo hijo.

Según fuentes penitenciarias, la relación entre Maje y David comenzó en la cárcel de Picassent y se les vio juntos justo en el momento en que se conoció el embarazo de la homicida. Sin embargo, Maje había mantenido otros encuentros con reclusos previamente y la cuestión de la paternidad no está clara, a pesar de que en su momento algunas de las fuentes carcelarias atribuyeron a este hombre ser el progenitor.

De hecho, agregan, el menor no lleva los apellidos de David. Ella es la única con la patria potestad y su nuevo compañero no está sacando al niño de prisión para convivir con él, si bien mantiene viva su relación sentimental con la reclusa a través de encuentros vis a vis mensuales, los íntimos, o las visitas familiares semanales a las que también se desplazan los padres de la homicida desde Novelda.

Más allá del futuro, aún incierto, Maje lleva una vida «bien integrada» en su pequeña comunidad de madres. Según revelan, su experiencia como enfermera en La Salud y una residencia religiosa de Torrent, resulta un apoyo añadido para este reducido grupo de reas. En febrero eran 15 las mujeres que allí convivían, embarazadas o junto a sus hijos. En todos los centros penitenciarios de España hay 48 madres y 50 menores, según fuentes de Instituciones Penitenciarias.

El actual hogar de las madres reclusas de la Comunitat es una parcela de casi 3.000 metros cuadrados construida en unos terrenos anexos al actual centro penitenciario de Alicante y al Centro de Inserción Social (CIS), en Fontcalent. Su aspecto arquitectónico recuerda al claustro de un convento: un cuadrado de dos alturas con un patio descubierto en el medio en torno al cual se organiza la vida de las internas. Allí hay columpios, juegos infantiles y algo de vegetación para hacer sombra.

La unidad de madres

Irene Villa de Fontcalent

El recinto ocupa casi 3.000 metros

cuadrados repartidos en dos plantas

Espacio dedicado a los servicios comunes y

zonas de trabajo. Además, cuenta con un

patio con juegos infantiles

En esta planta se ubican los dormitorios de

las presas y sus hijos además de las zonas de

vigilancia de los funcionarios de prisiones

La unidad cuenta con 32 celdas que disponen

de dormitorio con dos camas, baño privado

y una zona de cocina y zona de estar

La unidad de madres

Irene Villa de Fontcalent

El recinto ocupa casi 3.000 metros

cuadrados repartidos en dos plantas

Espacio dedicado a los servicios comunes y

zonas de trabajo. Además, cuenta con un

patio con juegos infantiles

En esta planta se ubican los dormitorios de

las presas y sus hijos además de las zonas de

vigilancia de los funcionarios de prisiones

La unidad cuenta con 32 celdas que disponen

de dormitorio con dos camas, baño privado

y una zona de cocina y zona de estar

La unidad de madres Irene Villa de Fontcalent

El recinto ocupa casi 3.000 metros cuadrados repartidos en dos plantas

Espacio dedicado a los servicios comunes y

zonas de trabajo. Además, cuenta con un

patio con juegos infantiles

En esta planta se ubican los dormitorios de

las presas y sus hijos además de las zonas de

vigilancia de los funcionarios de prisiones

La unidad cuenta con 32 celdas que disponen

de dormitorio con dos camas, baño privado

y una zona de cocina y zona de estar

 

Organizaciones como ACAIP llevan años denunciando la saturación de prisiones como la de Picassent, el que ha sido espacio para la vida de Maje durante cinco años. La unidad de madres de Fontcalent está en las antípodas de esta deficiencia: cuenta con 32 habitaciones, dos de ellas adaptadas para personas de movilidad reducida. Hay estancias dobles pensadas para albergar a una madre con un niño y a una mujer embarazada en convivencia. Disponen de camas, armario empotrado con dos habitáculos (uno para cada una), una cama nido, una cuna para el niño y un cambiador en la propia habitación.

Dentro de cada pabellón hay un oficio y un área para lavar y planchar, con terraza-tendedero que dan servicio a las habitaciones. La conocida como zona de día dispone de un comedor con oficio para preparación de comida de catering. Está pensado para cursos de cocina a las internas y se completa con un economato, una zona de máquinas expendedoras, una sala de estar y juegos para madres e hijos.

Pero hay más. Gozan de un espacio ocupacional compuesto por aulas, bibliotecas, talleres de peluquería, costura, gimnasio, talleres para actividades infantiles... La zona sanitaria dispone de despacho médico, otro para atención a internas, una enfermería, una farmacia y una zona de espera. Hay zona de lavadoras y secadoras, de planchado, almacén de ropa limpia y planchada y un tendedero exterior cubierto.

Para las comunicaciones con personas externas se han previsto dos salas de visitas polivalentes. Una es para los encuentros familiares y otra para los encuentros vis a vis. Por último, hay un locutorio para juez y abogado, compatible como sala de videoconferencias.

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